El tercer avión militar enviado por el Gobierno español ha aterrizado en la base militar de Torrejón procedente de Beirut con 65 adultos y tres bebés a bordo, en el último operativo para evacuar a nacionales y sus familiares del Líbano. La invasión israelí del sur del país y los constante bombardeos cruzados entre el Estado hebreo y Hezbolá han provocado el recrudecimiento del conflicto, que ha dejado ya 2.141 libaneses muertos y 10.099 heridos.
El A400 del Ejército del Aire y del Espacio salió el lunes de la base aérea de Zaragoza con destino a Turquía, donde hizo escala antes de partir para Irak al día siguiente y volar este miércoles a Líbano. La aeronave ha trasladado material militar destinado a los contingentes españoles desplegados en esos tres países y el Ministerio de Defensa lo ha puesto a disposición de los ciudadanos, tanto españoles como de otras nacionalidades, que quisieran salir de Líbano. En esta misión ha participado un operativo de 19 militares, la Unidad Médica de Aeroevacuación y el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreoñ.
El avión se ha adaptado “convenientemente” para permitir el traslado de personas y se han cubierto las 65 plazas que había disponibles, aunque en un principio se informó de que eran alrededor de 40 los civiles que iban a regresar a España en ese vuelo. El Ministerio de Defensa, en coordinación con el de Exteriores, ya envió dos aviones a Líbano el pasado 3 de octubre en los que se evacuó a casi 250 civiles.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha informado en una rueda de prensa en Madrid de que entre los 68 ocupantes de ese avión 13 tienen otras nacionalidades. Según sus cálculos, España ha colaborado en la salida del Líbano ya de 348 personas, porque a los españoles evacuados en esos tres aviones se sumarían otros cuarenta a los que se ha ayudado para que lo hicieran en vuelos comerciales.
Albares cree que queda en el Líbano aproximadamente la mitad de la colonia, que era de algo más de un millar. “No hay españoles que hayan expresado su deseo de salir y que no hayan podido salir, en este momento”, ha recalcado. El titular de Exteriores ha afirmado que la embajada española sigue operativa y que seguirá estándolo. En cuanto a las tropas españolas destinadas en el país, el ministro de Exteriores ha señalado que aunque el contacto diario corresponde a Defensa él conoce que “se encuentran bien” y que “su moral está alta”.
Continúan los bombardeos y Hezbolá “cambia el tono”
Los bombardeos israelíes sobre el Líbano han continuado un día más y han dejado al menos 22 muertos y 80 heridos en las últimas 24 horas, según ha informado este miércoles el Ministerio de Salud Pública libanés. El sur del Líbano, con 12 muertos, y la Bekaa (al este del país) con 7 son las poblaciones más afectadas en el país.
Con las víctimas de este miércoles la cifra total se eleva a 2.141 muertos y 10.099 heridos en un año de conflicto entre Israel y Hezbolá; cuando este último empezó a atacar el territorio israelí como respuesta por los bombardeos sobre Gaza. De la cifra de fallecidos la mayoría se han producido en las últimas semanas, cuando el Ejército israelí comenzó una serie de ataques aéreos y la invasión del sur del país.
Por su parte, los ataques de Hezbolá de este miércoles contra el norte de Israel han dejado al menos dos muertos y cinco heridos. Las víctimas son un hombre y una mujer de unos 40 años de edad que fueron encontradas inconscientes y con heridas de metralla. Además, los servicios médicos han apuntado que entre los heridos hay un adolescente de 16 años que se encuentra en estado “moderado” tras recibir un impacto de metralla en la cabeza. El Ejército israelí ha indicado que ha detectado un centenar de proyectiles y que “algunos han sido interceptados”.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue insistiendo en un alto el fuego entre el grupo islamista e Israel. En este sentido, el Gobierno de Estados Unidos ha afirmado que Hezbolá “ha cambiado el tono” y quiere un alto el fuego porque está “en desventaja” tras eliminar en diferentes bombardeos a gran parte de la cúpula del grupo islamista, entre las que destaca la muerte del líder, Hasán Nasralá, y este lunes a uno de sus posible sucesores, Hasem Safieddine.
“Ahora que Hezbolá está en la cuerda floja y está siendo golpeado duramente, de repente han cambiado el tono y quieren un alto el fuego. Creo que no es sorprendente, dada la situación en la que se encuentran“, ha declarado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una rueda de prensa en la que ha remarcado que el liderazgo del grupo “se ha degradado” y ha “perdido un porcentaje de sus armas, sus misiles, sus cohetes”.
Miller ha realizado estas declaraciones después de que el ‘número dos’ de Hezbolá, el vice secretario general, Naim Qasem, respaldara al presidente del Parlamento de Líbano, Nabih Berri, quien es además líder del movimiento chií AMAL, aliado de Hezbolá, para “lograr un alto el fuego”. Además, el ministro de Exteriores libanés, Abdalá Bu Habib, afirmó la semana pasada Nasralá había dado su visto bueno a un alto el fuego con Israel poco antes de morir.
Miller ha agregado que quiere “ver una solución diplomática a este conflicto y que apoya “los esfuerzos de Israel por degradar la capacidad de Hezbolá”. Sobre este ayuda ha hablado también este miércoles el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que mantuvieron una conversación telefónica de 50 minutos a la que se sumó la vicepresidenta y candidata demócrata en las elecciones de EEUU, Kamala Harris. La Casa Blanca anunció en un breve comunicado que se esperaba que el tema principal fuera cómo Israel responderá al ataque que Irán lanzó el 1 de octubre sobre su territorio con cerca de 200 misiles, aunque tras la llamada no se ha especificado el contenido de la misma.