Europa vive entre la cautela y la cierta prisa ante la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los líderes internacionales han salido este miércoles al paso del triunfo con opiniones de todos los colores. El más rápido ha sido el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, quien dijo hace semanas que descorcharía “champán” si el magnate volvía a la Casa Blanca. “Una victoria muy necesaria para el mundo”, aseguró. Por su parte, Emmanuel Macron trató de ser conciliador y pidió a Trump “respeto y ambición” con Europa, pero rápidamente reivindicó a la UE tras una conversación con el canciller alemán, Olaf Scholz.
“Trabajaremos por una Europa más unida, más fuerte y más soberana en este nuevo contexto. Cooperando con los Estados Unidos de América y defendiendo nuestros intereses y valores“, reaccionó el dirigente galo. Por su parte, la misma línea siguió el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. “Su liderazgo será nuevamente clave para mantener fuerte a nuestra Alianza. Espero trabajar con él nuevamente para promover la paz a través de la fuerza mediante la OTAN“, sostuvo el neerlandés en redes sociales. El tono de Macron, eso sí, fue casi de aviso: “Listo para trabajar juntos, con tus convicciones y con las mías”. El germano, por su lado, fue algs más escueto en su mensaje. “Alemania y EEUU colaboran con éxito desde hace mucho tiempo para promover la prosperidad y la libertad a ambos lados del Atlántico. Continuaremos esto en beneficio de nuestros ciudadanos”.
Uno de los mensajes más relevantes fue el del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que ve cómo ahora puede peligrar la ayuda de EEUU a su país con este cambio en el poder. “Valoro el compromiso del presidente Trump con el enfoque de paz a través de la fuerza en los asuntos internacionales. Este es exactamente el principio que puede acercar prácticamente la paz justa en Ucrania. Tengo la esperanza de que lo pongamos en práctica juntos”, resumió, y añadió un deseo: “Esperamos que Estados Unidos sea fuerte bajo el liderazgo decisivo del presidente Trump. Confiamos en que Ucrania seguirá recibiendo un fuerte apoyo bipartidista“. Kiev espera “una cooperación política y económica mutuamente beneficiosa que beneficie a ambas naciones”.
Otra de las reacciones más esperadas fue la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que dio una “calurosa” felicitación al presidente electo. “La UE y EEUU son más que simples aliados”, comenzó diciendo en su comunicado, y se enfocó en lo concreto. “Estamos unidos por una verdadera asociación entre nuestros pueblos, que une a 800 millones de ciudadanos. Trabajemos, pues, juntos en una agenda transatlántica sólida que siga brindando resultados para ellos”, sentenció. “Millones de puestos de trabajo y miles de millones en comercio e inversión dependen del dinamismo y la estabilidad de nuestra relación”, resumió al mismo tiempo, con un relato empujado también por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
“La UE proseguirá su rumbo de acuerdo con la agenda estratégica como socio fuerte, unido, competitivo y soberano, defendiendo al mismo tiempo el sistema multilateral basado en normas”, expuso el belga, igual que la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, que ve a la UE “preparada” para “cooperar” y para “mantener fuerte el vínculo transatlántico, arraigado en nuestros valores compartidos de libertad, derechos humanos, democracia y mercados abiertos”. Mucho más escueto fue, en cambio, Pedro Sánchez. “Trabajaremos en nuestras relaciones bilaterales estratégicas y en una fuerte asociación transatlántica“, escribió tras felicitar a Trump en las redes sociales.
Sin grandes alardes también fue conciliadora la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. Para ella, Italia y Estados Unidos son naciones “hermanas”, unidas “por una alianza inquebrantable, valores comunes y una amistad histórica”, según escribió en sus redes sociales. “Es un vínculo estratégico, que estoy seguro que ahora fortaleceremos aún más”, concluyó. Esa cooperación la pidió al mismo tiempo el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo: “Se necesitarán alianzas fuertes para abordar los desafíos globales actuales y garantizar nuestra prosperidad”.
En el camino marcado por el resto se mantuvo el primer ministro de Portugal, Luis Montenegro. “Espero trabajar estrechamente con usted, dentro del espíritu de la larga y sólida relación que une a Portugal y los Estados Unidos, tanto a nivel de la OTAN como multilateral”, aseguró, directamente citando a Trump. El canciller austriaco, Karl Nehammer, ha insistido en que Estados Unidos es un “importante aliado estratégico de Austria” y ha dicho estar deseando “expandir y reforzar las relaciones transatlánticas para afrontar los desafíos” que están por venir.
El papel de los bálticos en este sentido es relevante, y el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha felicitado también a Trump y ha hecho hincapié en la importancia de su alianza, especialmente a medida que avanza la invasión rusa de Ucrania. “Ambos nos tomamos en serio nuestra seguridad. Lituania actualmente destina el 3,5% del PIB a defensa y seguirá aumentando su inversión“, sostuvo, en referencia a la importancia -de manera indirecta- de la Alianza Atlántica.