¿La de la vivienda es una crisis que solo afecta a España? No. ¿Otros países de la Unión Europea han tomado más medidas para paliarla? Sí. El precio acumulativo de la vivienda en alquiler ha subido en España un 78% en diez años y un 24% en cinco años, y la manifestación del pasado domingo marca un antes y en después sobre un asunto que se ha vuelto urgente, e incluso una prioridad en el marco de la Unión. De hecho, la Comisión contará con un encargado para el tema, bajo el porfolio del danés Dan Jorgensen, que será el nuevo comisario europeo de Energía y Vivienda. El tema está en las competencias: el poder real sigue en manos de los Estados miembros. ¿Qué han hecho entonces los países?
Austria es un buen ejemplo de gestión del sector. Su capital, Viena, se ha convertido en un ‘paraíso’ en lo que a vivienda se refiere, y se ha disparado en los últimos años la “vivienda social”. La regulación allí no es total, pero sí que lanzó un importante impulso a la inversión pública, sobre todo después de la pandemia. Establecen además un sistema de fijación de precios máximos y el precio es de siete euros por metro cuadrado; al mismo tiempo, en torno al 60% de sus ciudadanos viven en lugares de “protección oficial”, donde los contratos están, evidentemente, regulados y son indefinidos. La conclusión en Austria es que comprar una casa es caro, pero alquilarla resulta muy barato.
Por su parte, Alemania ha apostado por colocar un precio de referencia, que marca los alquileres nuevos o los contratos ya existentes: no se puede superar ese valor. Este puede ser un modelo interesante para España porque, como en el caso español, las competencias en vivienda están transferidas a los Lander. Es límite se replica en otros países europeos, pero también en algunos como Canadá. Esa foto da buena cuenta de que el problema con la vivienda no es algo exclusivo del Viejo Continente.
En Suecia las medidas también han sido importantes pero antes de que llegaran la falta de acción provocó la caída del Gobierno. En 2022, el entonces primer ministro socialdemócrata Stefan Lofven se convirtió en el primer líder del país que perdía una moción de censura después de que su partido plantease acabar con la ley que controla desde hace décadas los precios de los alquileres en las viviendas de obra nueva. El Partido de la Izquierda, que sostenía con sus votos a Lofven, decidió quitar la red y presentar la moción, que alcanzó la mayoría con el apoyo, entre otros, de la extrema derecha. Lofven se vio obligado a dimitir.
Y es que el país cuenta con un sistema de negociación colectiva para fijar los precios: en esas conversaciones participan los propietarios, los arrendatarios y las empresas del sector. Los expertos avisan de que esto tiene ciertos riesgos, pero la realidad es que los nórdicos se han convertido en una referencia sobre cómo abordar la crisis sin necesidad de excluir a nadie de los plantemientos futuros.
Francia y Países Bajos han puesto en marcha planes para que el precio de la vivienda no se dispare. En el caso de los segundos, además, un 30% de las viviendas están destinadas al alquiler social y en el caso francés existe un índice de referencia que varía en función del índice de Precios al Consumidor (IPC). No obstante, las grandes ciudades, especialmente París, siguen teniendo los precios disparados en los últimos años aunque los alquileres, en teoría, no pueden excederse más de un 20% respecto al precio de referencia.
España, de momento, va rezagada. Hay varios lugares, sobre todo en Cataluña y País Vasco, declarados ya como zonas tensionadas y la última propuesta del Gobierno central pasa por un acuerdo con las comunidades autónomas para el reparto de 200 millones de euros dedicados a reeditar las ayudas a jóvenes para el pago del alquiler. El Gobierno mantendrá así la financiación para poner en marcha un año más el Bono Alquiler Joven, como ya hizo en 2022 y 2023, con el objetivo de llegar a 66.000 jóvenes. En el seno de la Conferencia Sectorial, la titular de Vivienda y los consejeros del ramo han avanzado también en la elaboración del Plan Estatal de Vivienda y han analizado el estado de ejecución de los fondos europeos, que han de liquidarse antes de que acabe el año.
La vivienda se ha convertido en una prioridad, visto el momento, para la Unión Europea y por tanto para la nueva Comisión Von der Leyen, que por primera vez tendrá un encargado para este tema. El porfolio caerá en manos del danés Dan Jorgensen. Se da así espacio a una de las prioridades anunciadas por Ursula von der Leyen durante su discurso de ‘investidura’ ante el Parlamento Europeo, el paso previo para su nueva Comisión. “Europa se enfrenta a una crisis inmobiliaria que afecta a personas de toda edad y familias de todo tamaño. Los precios y los alquileres se están disparando”, avisó, antes de poner el foco en los ciudadanos.
“La gente está luchando por encontrar viviendas asequibles, así que desarrollaremos un Plan de Vivienda Asequible para analizar todas las causas de esta crisis”, dijo la alemana, que anunció además que ayudará a “desbloquear la inversión necesaria tanto público como privada” para conseguirlo. “La vivienda no suele ser una competencia comunitaria y algunos dirán que no debemos involucrarnos, pero quiero que esta Comisión ayude a la gente donde se necesite más. Si algo preocupa a los europeos, le preocupa también a Europa”.