Los equipos de Fórmula 1 cerraron la temporada 2024 con la certeza de que la FIA no cambiaría el reglamento técnico de cara a 2025, el último año con estos monoplazas con efecto suelo. Pero la Federación Internacional ha sorprendido a todos con una nueva versión del tan polémico TD18, en referencia a los alerones flexibles.
Si bien las intervenciones decididas por la FIA sobre el alerón trasero, que entrarán en vigor ya en el GP de Australia, carrera inaugural de 2025, no provocarán muchos cambios en los planes de los equipos, no se puede decir lo mismo del endurecimiento de los controles sobre los alerones delanteros, que comenzará en el GP de España, previsto para el 1 de junio.
Nikolas Tombazis, responsable del área de monoplazas de la FIA, envió un comunicado a los equipos a mediados de enero en el que explicaba que se endurecerían los controles estáticos sobre los alerones delanteros, no tanto aumentando las cargas a aplicar sobre los perfiles, sino reduciendo valores de deflexión al aplicar las mismas fuerzas.
En un comunicado emitido por la FIA el viernes se afirmaba que “…tras un nuevo análisis después de la conclusión de la temporada 2024, nos comprometemos a garantizar que la flexibilidad deje de ser un punto de discusión para la temporada 2025”.
“Como parte de este compromiso, aumentaremos el alcance de las pruebas en el alerón trasero desde el inicio de la temporada 2025 y se introducirán más pruebas a partir del GP de España en el alerón delantero. Este enfoque gradual permite a los equipos adaptarse sin necesidad de descartar innecesariamente los componentes ya existentes”, añadía el comunicado.
Está muy claro que los alerones delanteros, que hoy en día superan las pruebas estáticas, ya no podrán mantenerse dentro de los parámetros de elasticidad aerodinámica permitidos hasta la fecha.
La justificación no tardó en quedar clara: “Estos ajustes tienen como objetivo refinar aún más nuestra capacidad para controlar y hacer cumplir las normas de flexibilidad de la carrocería, garantizando la igualdad de condiciones para todos los competidores para tener carreras justas y emocionantes”.
En realidad, los equipos tendrán menos de cinco meses para rediseñar los alerones delanteros.
En resumen, la FIA seguirá colocando 100 kg de peso en los alerones, pero reducirá la deformación asimétrica de 20 a 15 mm, mientras que la simétrica pasará de 15 a 10 mm. El efecto será que los alerones delanteros no podrán flexionar más de 5 mm, sino sólo 3 mm.
La intervención, por tanto, es importante y puede cambiar algunas cartas sobre la mesa: esta medida repercutirá en el equilibrio de los coches. Al inicio de la temporada 2024 vimos cómo a los equipos realmente les costaba mucho luchaban encontrar un buen equilibrio porque la tendencia, bastante marcada, era tener un comportamiento subvirador en tramos de baja velocidad, para de repente convertirse en sobreviradores en alta velocidad, lo que hacía que los coches fueran inestables.
Otra novedad es que la FIA exigirá desde Spa-Francorchamps que los alerones delanteros cuenten también con “miras” adhesivas a través de las cuales se puedan medir los movimientos programados de los elementos que lo componen. En televisión, sólo se ve cómo se dobla hacia abajo el último alerón, mientras que parece que la acción combinada de varios elementos permite lograr una buena puesta a punto, lo que permite a los pilotos conducir con más confianza en los puntos más críticos de las pistas.
Sin embargo, la decisión se toma cuando los coches de 2025 se encontraban en una fase avanzada de construcción y ciertas características de diseño tenían como objetivo aprovechar al máximo la elasticidad del alerón delantero.
Algunos culpan a McLaren de presionar a la FIA, alegando que en Woking quieren bloquear una temida remontada de Red Bull. Se dice que la escudería de Milton Keynes ha dedicado tiempo y recursos para presentarse a la temporada 2025 con unos alerones muy móviles, pero se trata de una información distorsionada, porque según fuentes del equipo papaya, la decisión de la FIA no es fruto de un bombardeo, sino de una discusión compartida entre los equipos.
Los nuevos alerones que llegarán en Barcelona también podrían repercutir en el límite presupuestario y en los recursos para el año 2025: los equipos tratarán de limitar el desarrollo de los últimos coches de efecto suelo, para dedicar toda su atención a los nuevos monoplazas de 2026, por lo que el reparto de recursos se mirará con lupa a lo largo de todo el curso.
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