Santo Domingo. – El pasado gerente general del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) y experto en temas del sistema dominicano, Arismendi Díaz Santana, aseguró que más temprano que tarde el país deberá retomar el debate sobre la cesantía laboral, proponiendo que se discuta con una visión de futuro y sin afectar los derechos adquiridos de los trabajadores.
Durante una entrevista en el programa El Despertador, Díaz Santana explicó que la cesantía fue concebida en un contexto donde el régimen de pensiones era casi inexistente, por lo que se utilizó como una forma de compensación. A su juicio, en el contexto actual, donde el sistema previsional es universal, se debe adaptar a las nuevas dinámicas laborales.
“Un seguro de desempleo garantizaría una mayor protección para el trabajador, sin importar quién tome la decisión de finalizar el vínculo laboral. La cesantía solo aplica cuando el empleador decide terminar el contrato de forma unilateral”, indicó.
El experto reveló que durante su gestión como gerente del CNSS se contrató una firma chilena para realizar un estudio de viabilidad sobre la implementación del seguro de desempleo que sustituiría la cesantía, como establece la Ley 87-01. Aunque la propuesta fue ampliamente socializada con los sectores sindicales, empresariales y gubernamentales, no logró el respaldo necesario, especialmente del empresariado, por consideraciones de costo.
Sobre el sistema de pensiones, Díaz Santana insistió en que será inevitable aumentar gradualmente la cotización tanto de empleadores como de trabajadores, pero aclaró que también es necesario ampliar la base de cotizantes, señalando que la alta informalidad limita la cobertura efectiva del sistema.
Recordó que cuando se diseñó la Ley 87-01 se concibió un régimen contributivo subsidiado destinado a trabajadores independientes con capacidad contributiva, pero sin empleador solidario. Según estudios nacionales y de organismos internacionales como la OIT y la OPS, este régimen es técnica y financieramente viable, sin embargo, nunca ha sido implementado.
“Hay una corriente conservadora que ve la lucha contra la informalidad como una vía de recaudación fiscal, cuando lo correcto es verla como un paso hacia la protección social”, subrayó.
Díaz Santana señaló que la clave del éxito está en escuchar a los trabajadores informales y adaptar los mecanismos de afiliación, recaudación y servicios a su realidad económica. Propuso, por ejemplo, permitir pagos diarios en lugar de mensuales, diseñar planes de salud escalonados y establecer canales directos con asociaciones de motoconchistas, buhoneros y otros sectores informales.
Afirmó que el Servicio Nacional de Salud (SENASA) podría liderar este proceso ofreciendo distintos niveles de planes, de modo que se incluya tanto a quienes pueden pagar menos como a quienes demandan servicios más amplios.
“El error ha sido querer aplicar el mismo modelo diseñado para grandes empresas a trabajadores que no tienen ni recursos humanos ni contabilidad ni bancos”, expresó.
Finalmente, criticó la falta de voluntad política e institucional para avanzar en la protección social de millones de trabajadores informales en República Dominicana, y llamó a romper con el inmovilismo institucional y a salir a escuchar a quienes más lo necesitan.