El cabello es una parte crucial de nuestra apariencia y cuidarlo adecuadamente es fundamental para mantenerlo saludable y hermoso. Sin embargo, muchas veces cometemos errores que pueden dañar nuestro cabello sin siquiera darnos cuenta. Uno de los errores más comunes es no utilizar un protector térmico al aplicar calor a nuestro cabello con herramientas como secadores, planchas y rizadores.
Para qué sirve un protector térmico
El uso de herramientas de calor, como secadores, planchas y rizadores, puede dañar el cabello debido a la alta temperatura a la que se exponen los mechones. Un protector térmico actúa como una barrera entre el cabello y el calor, ayudando a protegerlo de los posibles daños causados por estas herramientas. Actúa como un escudo que evita que el calor penetre en el cabello y lo debilite, lo seque y lo haga quebradizo.
Utilizar un protector térmico es una inversión a largo plazo, ya que reduce la necesidad de tratamientos y visitas frecuentes al salón de belleza, lo que a su vez ayuda a reducir los gastos. Por lo tanto, es esencial considerar el uso de un protector térmico como parte de nuestra rutina de cuidado capilar.
Un protector térmico para todo tipo de cabello
Una de las ventajas del uso de un protector térmico es que puede ser utilizado en todo tipo de cabello, ya sea rizado, liso, ondulado, teñido, decolorado o natural. Incluso si tienes el cabello corto, mediano o largo, es igualmente importante utilizar un protector térmico antes de utilizar herramientas de calor. No importa el estado actual de tu cabello, un protector térmico puede ayudar a prevenir daños futuros y mantenerlo en óptimas condiciones.
El único momento en el que podrías prescindir de él es en verano, cuando decides dejar que tu cabello se seque de forma natural debido al calor. Entonces, incluso si no te lavas el cabello todos los días, pero utilizas una herramienta de calor con regularidad, puedes aplicar un protector térmico antes de cada sesión de peinado.
¿Un protector térmico hace que el cabello se engrase más rápido?
Es común que las personas con cabello graso eviten utilizar productos adicionales en su cabello para evitar que se vuelva aún más graso. Sin embargo, cuando se utiliza correctamente, un protector térmico no hace que el cabello se engrase más rápido. Se debe tener en cuenta que el producto no debe aplicarse directamente en las raíces del cabello, sino en las longitudes y las puntas. La aplicación en las raíces podría dar lugar a un aspecto grasoso.
Para cabellos más densos y gruesos, se recomienda utilizar una crema, mientras que para cabellos más finos, se sugiere utilizar un spray o un suero.
Cómo aplicar un protector térmico correctamente
La forma de aplicación de un protector térmico varía dependiendo del tipo de cabello y del producto en sí. A continuación, te presentamos algunas recomendaciones generales:
Cabello grueso: si tienes el cabello grueso, puedes aplicar una o dos nueces de producto, trabajarlas en tus manos y distribuirlo desde la mandíbula hacia las puntas. Luego, puedes subir gradualmente hacia las raíces con el producto restante.
Cabello fino: para cabellos finos, se puede rociar el producto en todo el cabello. Es importante seguir las indicaciones del envase, ya que la cantidad de pulverizaciones puede variar según la marca.
Después de aplicar el producto, simplemente utiliza tu herramienta de calor preferida, asegurándote de seleccionar una temperatura adecuada para tu tipo de cabello. Recuerda que siempre es mejor prevenir que lamentar, por lo que utilizar un protector térmico es una excelente manera de proteger y cuidar tu cabello.
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