Un bebé de tres meses murió tras ser abandonado por su padre en una guardería no autorizada en la zona sur de São Paulo, Brasil.
El pequeño Antony Gabriel Ferraz, de tres meses, falleció tras ser abandonado allí por su familia. La guardería no contaba con autorización municipal para operar.
La dueña, conocida como Tía Bia, fue arrestada, pero liberada tras una audiencia de custodia.
La familia denunció que Antoni fue entregado muerto por la encargada de la guardería. Los vecinos denunciaron la práctica de dejar a los niños solos.
En redes sociales, otras madres denunciaron la falta de atención. Una madre contó que su hija dijo que los niños se quedaron viendo la televisión mientras la tía Bia dormía bajo los efectos de medicamentos.
Antoni llevaba 15 días asistiendo a la guardería, y su hermana, con trastorno del espectro autista, ya llevaba seis meses allí. Los padres no tenían ninguna preocupación por la seguridad de la guardería hasta el incidente.
La familia presentó una denuncia policial y busca respuestas por la muerte de Antoni.
El Tribunal de Justicia de São Paulo reconoció la gravedad del caso y declaró que los hechos aún están bajo investigación y podrían constituir homicidio involuntario.
El caso destaca la importancia de monitorear las guarderías ilegales para prevenir tragedias. La prefectura de Jabaquara confirmó que el centro operaba sin licencia.
La familia de Antony exige justicia y respuestas por la pérdida de su hijo.


