A un mes de la toma de posesión del próximo presidente de Venezuela la incertidumbre se respira en el ambiente. El candidato opositor, Edmundo González, ha confirmado que viajará a Caracas para ser investido jefe de Estado con el aval de los 7,3 millones de votos que dice haber obtenido en las elecciones del 28 de julio, frente a los poco más de tres millones que habría conseguido el líder del oficialismo, Nicolás Maduro. Sin embargo, sobre González pesa una orden de arresto que le enviaría a la cárcel en cuanto pise el país. “De este régimen podemos esperar lo peor. Maduro desarrolla terrorismo de Estado y lo que le queda es la represión”, afirma a 20minutos Antonio Ledezma, exalcalde metropolitano de Caracas.
Ledezma (San Juan de los Morros, 1955) es abogado, militó casi 30 años en el partido socialdemócrata Acción Democrática y en el 2000 fundó Alianza Bravo Pueblo. Fue diputado del extinto Congreso Nacional, gobernó el Distrito Federal y su último cargo fue de alcalde de Caracas. Sus duras críticas al chavismo lo convirtieron en un obstáculo para el régimen y fue arrestado en 2015 acusado de intentar derrocar a Maduro. Fue trasladado a la prisión militar de Ramo Verde, donde también se encontraba el dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López.
Un año después se le concedió el arresto domiciliario y en 2017 -tras más de mil días privado de su libertad- decidió fugarse y exiliarse en Madrid, donde vive como uno más de la diáspora. Desde la capital española continúa apoyando a Edmundo González y a María Corina Machado para lograr el cambio político en Venezuela en su condición de coordinador del Consejo Político Internacional del Comando de Campaña. También es coordinador general del Observatorio Geopolítico de América Latina. Sus sueños son ver de nuevo el Ávila y las guacamayas volando sobre Caracas, pasear por los valles de Aragua y contemplar el paisaje de su pueblo.
¿Cómo logró salir de Venezuela y exiliarse en España?Tras descartar las rutas marítimas, decidí salir del país por Cúcuta, en la frontera con Colombia, y eso implicaba un recorrido de casi 1.000 km. Los policías me tomaban una foto con el periódico del día a las 7.00 y otra en la tarde. Por lo tanto, tenía que salir poco después de que me hicieran la primera foto. Hice una evaluación del momento más propicio para salir y concluí que era a las 8.30, cuando estaban desayunando, y anoté todo en una libreta.
¿Qué ocurrió después?La persona que me ayudó a escapar de mi arresto domiciliario buscó matrículas falsas y se midió el tiempo que se tardaba en ingresar y salir. Yo salí con gorra, sin equipaje y me introduje en un cajón que se habilitó en la parte trasera de la camioneta y que se cubrió con una alfombra. El vehículo se estacionó en un centro comercial de Caracas y allí me subí a otra unidad. De ahí partimos en tres coches. Pasamos casi 40 controles de las fuerzas de seguridad hasta llegar a la frontera.
¿Cómo logró pasar desapercibido en la frontera?Tuve que cambiar mi voz y también me aconsejaron que caminara diferente, porque me podían reconocer. Me quité la barba y también las gafas. A pesar de eso, una señora me reconoció y dijo mi nombre. En ese momento, comencé a rezar el Padre Nuestro hasta que logré pasar al otro lado de la frontera. Llevaba un documento de identidad con otro nombre y no me lo pidieron. Una vez en Colombia tomé un avión a Madrid, donde me recibieron mi esposa, el expresidente Andrés Pastrana y varios eurodiputados. Ese mismo día tuve el honor de que me recibiera en la Moncloa el expresidente Rajoy.
¿Qué cree que pasará el 10 de enero?De este régimen podemos esperar lo peor. Ya intentaron detener a Edmundo González antes de que se asilara en España, tras la amenaza de enviarlo a El Helicoide. La idea no solo era meterlo preso, sino reducirlo progresivamente hasta que muriera. A María Corina Machado la han obligado a vivir en la clandestinidad, y como no pueden capturarla, ahora están acechando a su madre. Yo diría que a Edmundo lo que le queda es, junto con María Corina, honrar el compromiso de asumir el poder. No por capricho, sino porque es un mandato que le dio el pueblo el 28 de julio.
Pero eso no será nada fácil…No lo será, porque estamos luchando contra una corporación criminal. Pero la gente que se pregunta por qué Edmundo dice que va a asumir la presidencia el 10 de enero lo que tiene que hacer es pensar cómo ayudar a que Edmundo y María Corina consuman esa aspiración.
¿Usted confía en que se pueda llevar a cabo la transición?La transición es una oferta que han hecho Edmundo y María Corina como una prueba fehaciente de que no los anima ningún sentimiento de odio. Una promesa de que no van a promover una cacería de brujas, de que no van a linchar a nadie. Se propone para que haya un traspaso de gobierno en paz y para que pasemos esta página oscura de la historia.
¿Pasarían los miembros actuales del régimen a formar parte del Gobierno de transición?No. Una cosa es una transición pacífica en la que pasemos la página de este régimen que ha socavado las bases del Estado de derecho, y otra cosa es pensar en hacer un Gobierno de coalición con quienes son una toxina. Eso no está planteado. El Gobierno de transición va a ser unitario, porque se van a tomar en cuenta a venezolanos que no tienen carnet partidista, pero que tienen credenciales, conocimientos y aptitudes para garantizar un desempeño exitoso en el manejo de industrias, escuelas y hospitales.
¿Le decepciona que el Gobierno español todavía no haya reconocido a Edmundo González?Me inquieta porque España conoce la tragedia que estamos viviendo en Venezuela, tanto que tuvo que prestar su contribución para rescatar a Edmundo González. Pedro Sánchez lo ha calificado de héroe y si es un héroe es porque hay un ganador. Y cuando hay un héroe es porque hay un villano, que en este caso es Maduro. El presidente Sánchez debería apurarse y ser él la cabeza del reconocimiento de Edmundo González.
¿Cree que esto se deba a los nexos desvelados por la trama Koldo entre el Gobierno español y el régimen de Maduro? ¿O más bien debido a los acuerdos existentes para exportar petróleo y gas de Venezuela?
La mejor manera de disipar esas dudas y de despejar sospechas e incógnitas es dando el paso del reconocimiento. De esa manera el presidente Sánchez pudiera desmentir que nada tiene que ver con esas operaciones turbulentas. En segundo lugar, si Repsol quiere implementar sus negocios con Venezuela, la mejor oportunidad la tendrá en un Gobierno de transición que no solo le ofrecerá los pozos petroleros, los yacimientos gasíferos donde podrán hacer sus inversiones y su desarrollo, sino que además va a tener seguridad jurídica.
Edmundo González denunció haber sido coaccionado por los hermanos Rodríguez en la casa del embajador español en Venezuela. ¿Cómo interpreta lo que sucedió?Pudiéramos decir que para salvar la vida se vale todo. Hay que aprovechar cualquier tablita de salvación que tengamos a la mano para no naufragar. Eso fue lo que hizo Edmundo González: poner a salvo su vida. En estos tres meses que lleva en el exilio ha demostrado que es más útil vivo que muerto.
En ese encuentro el régimen grabó las negociaciones mantenidas y las hizo públicas, algo que va contra el derecho internacional. ¿Por qué cree que el Gobierno español no ha tomado medidas al respecto?Quizás el Gobierno justifique eso como procedimientos que se tuvieron que implementar para poder sacar a Edmundo González del territorio venezolano. El tiempo se va a encargar de dilucidar todos esos hechos que a mí también me llaman la atención.
¿Qué papel ha jugado Zapatero en Venezuela?Zapatero se ha convertido más que en una solución, en un estorbo. El pretexto de que él ha liberado a unos presos ya no es digerible. La gente no lo toma como un justificativo porque todo eso ha sido pulverizado por la puerta giratoria [sistema mediante el cual meten y sacan personas de cárcel, lo que hace que el número de presos políticos se mantenga constante]. Además, Zapatero se ha convertido en un embajador de Maduro. Él se autodenomina como mediador, pero ¿por qué no le dice a Maduro que entregue el poder? Zapatero sabe que Maduro perdió las elecciones, pero no hace nada en ese sentido.
Estados Unidos reconoció a Edmundo González como presidente electo y ha sancionado recientemente a 21 altos cargos del régimen. ¿Cree que Donald Trump hará algo más para lograr el cambio político en Venezuela?A Donald Trump lo mueven sus intereses estadounidenses. Él basó su campaña en la promesa de hacer de EEUU un país más seguro y para garantizar la seguridad tiene que atajar las causas del narcotráfico, problema que radica en el tráfico de cocaína que hay desde Venezuela hacia EEUU. Otra amenaza es la presencia de terroristas en Venezuela y Maduro tiene un maridaje con Al Qaeda, Hezbolá y Hamás. De hecho, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, ha denunciado que Maduro le dio un pasaporte al cabecilla de Hezbolá.
También está el tema de la migraciónSe ha dicho que Maduro va a llegar a un acuerdo con Trump para cambiar deportados por petróleo, pero eso es ridículo. Estados Unidos es productor neto de crudo y de gas. Lo que le podemos decir a Trump es que no va a hacer falta que él deporte a nadie, porque cuando Edmundo González asuma el poder, los venezolanos van a retornar por su propia voluntad. Con Maduro lo que lograría es que se incremente la migración.
La Unión Europea anunció recientemente que se revisarían las sanciones contra el régimen de Maduro. ¿Cree que se endurecerán las sanciones?Hay una política de la Unión Europea de castigar a los perpetradores de crímenes de lesa humanidad. Por eso las sanciones de la UE son personalizadas. Tras las elecciones se ha incrementado el número de delitos contra los derechos humanos, por lo tanto, tienen que incrementarse y profundizarse las sanciones personales por parte de la Unión Europea.