Antonio Brown, receptor campeón en el Super Bowl LV con los Tampa Bay Buccaneers de la NFL, se declaró este lunes en quiebra a los 35 años.
Brown, quien en 2019 firmó un contrato por $50 millones de dólares con los Raiders, equipo del que fue despedido antes de debutar, y en 2021 se arregló con Buccanners a cambio de $6.5 millones, anunció su bancarrota a través de CTESPN Network, su canal de redes sociales.
La última imagen del receptor en la NFL se grabó en el juego de la semana 17 de la temporada 2021.
Luego de un desacuerdo con Bruce Arians, entonces entrenador de los Bucs, Brown se despojó del uniforme, arrojó su jersey y guantes a la tribuna y abandonó el campo a mitad de un partido en el que Tampa Bay derrotó a los New York Jets.
La indisciplina le costó el despido del equipo al que llegó para la campaña 2020 por petición del ‘quarterback’ Tom Brady, junto al que fue campeón en el Super Bowl LV.
A lo largo de 12 años en la NFL, la carrera del nacido en Miami, Florida, estuvo salpicada por los escándalos.
El exestrella de los Central Michigan Chippewas, del fútbol colegial, arribó a la liga seleccionado en la sexta ronda del Draft 2010 por Pittsburgh Steelers, equipo en el que se convirtió en uno de los mejores receptores de la NFL.
Dejó a Steelers en el 2018 por constantes indisciplinas. Llegaba tarde a prácticas, reuniones y discutía de manera constante con compañeros, en especial con la estrella Ben Roethlisberger, algo que el entrenador Mike Tomlin dejó pasar hasta que la situación se volvió insostenible.
En 2019 fue enviado a Raiders, franquicia que le dio un contrato por $50 millones de dólares, pero un día antes de empezar la temporada fue despedido por una pelea con el gerente general, Mike Mayock.
Esa campaña jugó un partido con los Patriots, que lo echaron luego de ser acusado por una mujer de acoso sexual.
Su últimos años en la NFL fueron en 2020 y 2021 con los Bucs, pero aún lejos del campo mantuvo su colección de problemas.
En 2022 enfrentó cargos por violencia doméstica y una orden de arresto por no pagar la manutención de sus hijos.
Ese mismo año causó polémica un vídeo en redes sociales en el que Brown, en unas vacaciones por Dubai, fue grabado cuando mostraba su trasero y su pene a una mujer en la piscina de un hotel.
Por sus números en la NFL, Brown tiene posibilidades de estar en las votaciones para ingresar al Salón de la Fama en el 2027, un último impulso que podría capitalizar para recomponer en algo su reciente bancarrota.
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