Antônia Ione Rodrigues da Silva, de 45 años, falleció el sábado 18 de mayo tras negarse a envenenar la comida de agentes de la Policía Militar en Saboeiro, Ceará, Brasil.
La mujer, quien se desempeñaba como excocinera de la Policía Militar y mantenía una relación de amistad con los agentes de seguridad, fue apuñalada y baleada por sospechosos vinculados a una facción criminal.

Según las investigaciones, hombres relacionados con la organización criminal habrían buscado y amenazado a la víctima mientras aún trabajaba como cocinera para la corporación. Los individuos obligaron a Ione a envenenar a los oficiales; cuando ella se negó, fue amenazada de muerte.
En la madrugada del sábado, cuatro hombres derribaron la puerta del dormitorio de la víctima y abrieron fuego. La mujer se encontraba acompañada por su hija de 12 años en ese momento.
La niña resultó ilesa, pero su hermano, que se encontraba en otra habitación, escuchó el ataque. Las autoridades confirmaron que también se utilizó un cuchillo en el crimen.
Ese mismo sábado, dos personas fueron arrestadas: un hombre de 20 años y otro de 21. Un adolescente también fue detenido y trasladado a la Comisaría de Policía Civil de Iguatu, en la zona centro-sur del estado.
El adolescente confesó que le habían ordenado matar a Ione, pero que en el momento del crimen se retractó de participar en el ataque. Según declaraciones del hijo de la víctima, el adolescente había amenazado previamente a la mujer.
El caso continúa bajo investigación, pero las autoridades consideran probable que la organización criminal intentara atacar a los policías militares infiltrándose en la cafetería utilizando a alguien con acceso a las instalaciones.
REDACCIÓN FV MEDIOS


