Los mensajes de texto intercambiados por la familia de Anna Kepner tras su muerte en un crucero de Carnival revelan la preocupación inicial de su madrastra por proteger a su hijo, señalado por el FBI como principal sospechoso del crimen.
Anna, de 18 años, fue asesinada en el camarote que compartía con su hermanastro de 16 años y su hermano de 14. El hermanastro, quien padece insomnio y había descuidado su medicación durante el viaje, es considerado el posible autor tanto por las autoridades federales como por miembros de la familia.
Inmediatamente después del hallazgo del cuerpo, la madrastra Shauntel Kepner y su exesposo intercambiaron mensajes centrados en brindar apoyo a su hijo. Según documentos judiciales obtenidos por FOX 35 Orlando, el 8 de noviembre Shauntel envió un mensaje a su exmarido pidiéndole que la llamara por una “emergencia”. El cuerpo de Anna había sido descubierto bajo su cama el día anterior.
El 9 de noviembre, Shauntel relató en otro mensaje una breve conversación con su hijo mientras era evaluado en un centro médico. Según su descripción, el adolescente afirmó no recordar nada, y una enfermera solo le permitió una llamada para que sus padres reafirmaran su amor hacia él.
Otros mensajes muestran un énfasis reiterado en mantener al joven sospechoso fuera del foco público, en parte debido a su condición de menor de edad.
Las autoridades confirmaron que Anna murió por “asfixia mecánica”. La noche del crimen, su hermano menor escuchó “gritos” provenientes del camarote, donde ella se encontraba encerrada con su hermanastro.
Christopher Kepner, padre de Anna, declaró que desea que su hijastro “enfrente las consecuencias” de sus actos, pero mostró vacilación al ser cuestionado sobre si cree que el adolescente realmente participó en el homicidio. “No puedo decir que él sea responsable, pero no puedo negarlo”, afirmó. “Él era el único que estaba en la habitación y el FBI tiene una investigación en curso en la que tendrán que proporcionar la evidencia para decir que lo hizo o no lo hizo”, añadió.
Tras la muerte de Anna, el hermanastro fue enviado a vivir con otros familiares para mitigar el “riesgo de cualquier peligro” para otros niños.
El exnovio de Anna reveló, según el relato de su padre, que ella le había confesado meses antes de su muerte que “no se sentía segura cerca” de su hermanastro, y alegó que el adolescente estaba “infatuado” con ella.
Anna, una cristiana devota bautizada en mayo, estaba a punto de graduarse de la Temple Christian School en Titusville, Florida, este año escolar. Tenía planes de unirse a la Marina de los EE. UU. y eventualmente convertirse en oficial de policía K9.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**