Ángel Martínez, comunicador conocido por su estilo directo y con frecuencia polémico, continúa bajo custodia en el Centro de Privación de Libertad Provisional (Caplip), ubicado en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en Santo Domingo. Según un informe médico oficial, presenta señales de deterioro físico visibles, lo que ha generado atención sobre su estado de salud.
El documento fue elaborado por el doctor Joaquín Sardiñas y señala que el comunicador “luce débil, con una deshidratación leve a moderada”. No obstante, también se aclara que se encuentra “orientado en las tres esferas psíquicas”, lo que implica que mantiene plena conciencia de su entorno, el tiempo y su identidad personal.
Esta evaluación fue realizada como parte del proceso de custodia al que está sujeto Martínez, a pocos días de que se celebre la audiencia donde se decidirá su medida de coerción. El juez Raymundo Mejía, del Primer Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, tiene previsto conocer el caso este martes a las 2:00 de la tarde, según lo informado por las autoridades.
Martínez enfrenta varias querellas por difamación e injuria. En ese contexto, su defensa ha destacado su condición física como un punto de importancia, indicando que sus padecimientos crónicos lo hacen más vulnerable en el entorno donde permanece recluido actualmente.
La Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) ha indicado que Martínez está recibiendo atención médica constante. Se le suministran los medicamentos necesarios para tratar su hipertensión arterial y diabetes, dos condiciones de salud preexistentes que requieren monitoreo frecuente.
La doctora Gaurys Sisa, encargada nacional de Salud de la DGSPC, afirmó que “se le han suministrado los medicamentos indicados y el seguimiento es continuo, como con cualquier otro privado de libertad que vive con estas condiciones”.
El abogado Carlos Mesa, quien representa legalmente a Martínez, ha sido notificado oficialmente sobre la disposición institucional de permitir visitas médicas externas. Esto se activó el pasado viernes, cuando el urólogo José Esquivel Pérez Vidal sostuvo una conversación clínica con el interno para evaluar su tratamiento.
Respecto a su alimentación, las autoridades informaron que recibe la misma dieta que los demás internos, con la opción de adquirir productos adicionales como leche y suplementos a través del economato. A pesar de estas condiciones, se han observado signos de debilidad y posible reducción de peso, lo cual ha llevado a un incremento en la atención médica que recibe.
El caso ha generado reacciones diversas, tanto de personas que respaldan su trayectoria como de quienes cuestionan sus métodos. Algunas figuras públicas han manifestado preocupación por su situación, solicitando el respeto a sus derechos fundamentales mientras se define el curso de su proceso judicial.
El informe médico ya ha sido entregado a las autoridades pertinentes, y podría ser un factor considerado por el juez al determinar las medidas en su contra.