Título: Alemania está instalando esferas gigantes de hormigón bajo el mar. Tiene un buen motivo: almacenar energía renovable

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Alba Otero
En un contexto de creciente colaboración energética entre Francia y Alemania, que incluye una nueva apuesta por la energía nuclear, Alemania ha puesto en marcha un innovador proyecto enfocado en el almacenamiento de energía renovable.
Bajo el mar. Un equipo de investigadores del Instituto Fraunhofer en Alemania ha presentado el proyecto StEnSea, acrónimo de Stored Energy at Sea. Desde el año 2011, este grupo ha trabajado en una solución que optimiza el uso del espacio terrestre, concluyendo que la alternativa más eficiente es sumergir enormes esferas de hormigón en el lecho marino para almacenar energía.
El funcionamiento. Estas esferas, que se sitúan a profundidades de entre 600 y 800 metros, operan en un entorno de alta presión que permite hacer girar turbinas con gran eficacia. Cada esfera tiene un diámetro aproximado de 9 metros y un peso cercano a 400 toneladas. Su funcionamiento es similar al de grandes baterías: al permitir la entrada de agua del mar, se activa una turbina conectada a un generador. Para recargar el sistema, el agua se bombea hacia afuera, utilizando energía de la red para contrarrestar la presión ambiental.
Una prueba real. Este sistema ha sido probado con éxito en el lago de Constanza y se espera que el siguiente hito se lleve a cabo en 2026. Se planea instalar un prototipo a escala real, impreso en 3D, frente a las costas de Long Beach, en California. Este modelo tendrá la capacidad de generar aproximadamente 0,5 megavatios y almacenar hasta 0,4 megavatios-hora, suficiente para cubrir el consumo de un hogar medio en Estados Unidos durante aproximadamente dos semanas. La visión futura es ambiciosa, con planes de construir esferas significativamente más grandes, de hasta 30 metros de diámetro, que podrían almacenar cantidades mucho mayores de energía. Según los investigadores, el costo estimado de almacenamiento se sitúa en torno a 5 céntimos de dólar por kilovatio-hora, cifra competitiva en comparación con otras soluciones actuales.
Las renovables en Alemania. A pesar de su clima, Alemania ha realizado importantes inversiones en energía solar, especialmente en instalaciones de autoconsumo. Sin embargo, enfrenta el desafío de la producción intermitente, conocido como Dunkelflaute. Proyectos como StEnSea pueden servir como amortiguadores del sistema eléctrico, almacenando el exceso de energía renovable y liberándola en momentos de mayor necesidad.
¿Entonces las hidroeléctricas? A diferencia de los sistemas tradicionales de almacenamiento por bombeo, que requieren montañas y grandes reservas de agua dulce, este sistema no depende de elevaciones ni de recursos hídricos limitados. Su diseño modular permite su instalación en costas de todo el mundo. Además, este sistema ofrece una ventaja económica, permitiendo el arbitraje energético: comprar electricidad cuando es barata y venderla en momentos de alta demanda.
Previsiones. Los investigadores creen que esta tecnología apenas ha comenzado a demostrar su potencial. Estiman que, si se implementara a gran escala, podría alcanzar una capacidad global de almacenamiento de aproximadamente 817.000 gigavatios.
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