“Cualquier palabra o movimiento descuidado y podría comenzar una confrontación armada abierta, incluso con el uso de armas nucleares”. Con estas palabras, el dictador bielorruso Alexander Lukashenko, máximo aliado de Vladimir Putin en la crisis que provocó la invasión rusa a Ucrania, dejó en claro que sigue alineado al 100 por ciento con el Kremlin, a la vez que confirmó que su país alberga un arsenal atómico provisto por Moscú.
“Los dirigentes de la Federación de Rusia tomaron una decisión, recalco una vez más, ante mi insistencia, y no porque quisieran establecer una base de armas nucleares aquí, y nos reenviaron una cierta cantidad (de armas nucleares). No daré las cifras exactas, como ya he dicho, son varias docenas de las armas nucleares más modernas: bombas y misiles”, señaló Lukashenko ante la Asamblea del Pueblo de Bielorrusia.
Mientras el auditorio escuchaba en un silencio total, se refirió a la reciente aprobación de la ayuda estadounidense para ucrania, que prevé más 60 mil millones de dólares en pertrechos militares de todo tipo. Entre ellos estarían los misiles ATACMS (Sistema de Misiles Tácticos del Ejército de Tierra), que tienen la capacidad de llegar a objetivos a 300 kilómetros de distancia.
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“Anteriormente se los suministraron y al menos declararon públicamente que prohibían a los ucranianos atacar el territorio de Rusia y en parte de Bielorrusia. Ahora ya no condicionan el suministro de ATACMS u otras municiones de largo alcance. La situación se desarrolla amenazadoramente para Rusia y Rusia utilizará todo el arsenal que tiene. Será un apocalipsis”, advirtió el dictador en Minsk.
Las declaraciones de Lukashenko se suman a las que realizó más brevemente el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, quien este miércoles había señalado que Rusia podría alargar su “zona de seguridad” en Ucrania ante la posible provisión de armas de largo alcance de parte de los Estados Unidos.
Es que el Kremlin está cada vez más preocupado por los ataques ucranianos contra regiones fronterizas rusas, que han provocado la ira de Putin, quien busca restar importancia a las repercusiones de su ofensiva en Ucrania sobre la población rusa.
Hasta el momento, Kiev utilizó drones, pero su capacidad de fuego podría aumentar en caso de que Kiev disponga de misiles ATACMS en las próximas semanas gracias a la ayuda de EEUU.
Lukashenko prolongó sus comentarios sobre las armas atómicas que están desplegadas en su territorio: “Probablemente no haya necesidad de devolverlas, aunque no vamos a ir a la guerra con los Estados Unidos. Las armas estratégicas son misiles balísticos intercontinentales que solían estar desplegados aquí (antes de que Bielorrusia se uniera al Tratado de No Proliferación en 1993). Pero las armas tácticas están fuera de discusión, deben estar en el territorio de Bielorrusia”, sentenció.