La crisis de los recién llegados en la Gran Manzana y el manejo que las autoridades municipales han dado a la presencia de los más de 177,000 nuevos migrantes, ha hecho que organizaciones, inmigrantes antiguos, neoyorquinos progresistas, políticos, neoyorquinos conservadores, ciudadanos nacidos en el país, y residentes del común, exterioricen sus propias posturas.
Y aunque desde diferentes frentes el pulso se mueve entre puntos opuestos que van desde aquellos que insisten en que la Ciudad debe garantizar sin límite alguno, la permanencia de los nuevos migrantes en albergues y hoteles de emergencia, alimentarlos, y cubrir sus necesidades básicas, hasta los más extremos que piden que no se invierta un solo dólar más en quienes han llegado a Nueva York desde la primavera del 2022 y “se la rebusquen como puedan”, algunos robos y hechos violentos registrados en lo que va del 2024 por parte de recién llegados han desatado rechazo e indignación generalizada.
En esa tónica el alcalde Eric Adams insiste de manera contundente en no poner en la misma bolsa a todos los migrantes nuevos y solicitantes de asilo bajo el rótulo de “malandros” y “delincuentes”. Sin embargo, ha sido tajante en advertir que Nueva York no puede permitir que aquellos actores violentos que no respeten la ley vean a la Gran Manzana como una cueva santuario para delincuentes que están usando su estatus de recién llegados y los beneficios que les da la Ciudad para delinquir.
En entrevista con El Diario NY, el mandatario local recalcó que la abrumadora mayoría de los nuevos migrantes son respetuosos de la ley, pero haciendo eco de comunidades que rechazan que quienes cometan delitos no paguen por sus actos, advirtió que debería cambiarse la prohibición de Ciudad Santuario que protege a los inmigrantes sin papeles que cometan crímenes de ser entregados a ‘La Migra’ para ser deportados, lo que afectaría también a inmigrantes sin documentos de larga data. Adams aclaró que pedir que quienes cometan delitos tengan consecuencias penales no es ser antiinmigrante, y dijo que cualquiera que infrinja la ley debe rendir cuentas, sin importar cuál sea su estatus.
Por otro lado y ante el cuestionamiento sobre si la Ciudad tiene información verificable del historial judicial de los migrantes que ha ayudado desde hace casi dos años, el Alcalde Adams reconoció que debido a limitantes, como la falta de acceso a datos de autoridades venezolanas, no existe la manera de conocer quien tiene o no arrestos previos o quien ha cometido delitos. Sin embargo recalcó que hacen las mayores averiguaciones posibles de quienes llegan a los albergues, hasta donde las leyes locales y los recursos lo permitan.
Alcalde, Nueva York es una Ciudad Santuario que protege a inmigrantes de ser entregados a ICE ¿pero, cómo hacer para garantizar que los recién llegados que cometan delitos violentos paguen por sus actos sin afectar las protecciones de Ciudad Santuario para aquellos migrantes que respetan la ley?
“Primero, la gente necesita estar clara en que tenemos que hacer que personas violentas respondan por sus actos, sin importar si son indocumentados, documentados, neoyorquinos de hace mucho tiempo, o recién llegados. Cuando hablo con mi comunidad de inmigrantes, ellos tienen claro que no quieren violencia en sus calles, y por eso a la gente que da la impresión de que hacer que personas violentas que son indocumentadas paguen por sus actos es antiinmigrante, les digo que eso no es cierto. Creo que lo que debemos hacer es (revisar) las leyes originales de la Ciudad Santuario. Las leyes, que se introdujeron durante el mandato del exalcalde Ed Koch (1978-1989) tenía leyes importantes que protegían a los inmigrantes que obedecían la ley en nuestra ciudad. Pero hubo modificaciones que se hicieron bajo el mandato del exalcalde Bill de Blasio, que eliminó el hecho de que si alguien cometía un delito grave podíamos comunicarnos con ICE (‘La Migra’) para propósitos de deportación. Creo que debemos reexaminar eso y ver si es la decisión correcta. No podemos permitir que quienes sean violentos en nuestra ciudad crean que pueden tener un santuario aquí. Tenemos el caso de un joven que fue sorprendido agrediendo a la policía, luego fue liberado y fue a Queens, cometió un robo, y agredió a un empleado de seguridad de la tienda mientras estaba allí. Eso sencillamente es inaceptable. Eso manda un mensaje equivocado. Debemos asegurarnos de que cualquiera que infrinja la ley rinda cuentas, sin importar cuál sea su estatus”.
¿Alcalde, ustedes tienen plena certeza de quiénes son todos los migrantes que están en los albergues? ¿Cómo se aseguran de que no haya algunos que sean criminales huyendo?
“Ante todo quiero ser muy claro en esto. La abrumadora cantidad de los 177,000 inmigrantes y solicitantes de asilo, y el millón de inmigrantes que están aquí, proporcionan un rico ingrediente a nuestra ciudad y a nuestro país. Esta es una ciudad de inmigrantes, y es por eso que no debemos permitir que esos pequeños grupos que son violentos se oculten en el hecho de que son inmigrantes o migrantes. Su pregunta es correcta. Y piense en esto. Eso no debería ser responsabilidad de una ciudad. Eso debería abordarse y gestionarse en la frontera, cuando la gente llega, o cuando son dejados en nuestra ciudad con la protección que se les otorga. Pero deberíamos tener plena seguridad de que a quienes ingresen a nuestro país se les realiza la investigación adecuada. Asegurarnos que no son de alguna pandilla ilegal o de alguna afiliación ni que tengan cualquier historia violenta. El Gobierno Federal debería asegurarse de hacer su trabajo en la frontera en lugar de entregarlos a ciudades como Chicago, Nueva York, Houston, Los Ángeles, Boston. Está mal que el Gobierno federal no esté haciendo su trabajo”.
¿Pero cómo manejan ustedes ese asunto en Nueva York en los albergues?
“Aquí estamos tomando todas las medidas necesarias durante nuestro proceso de admisión. Garantizamos que las personas puedan obtener la identificación municipal y realizar la mayor investigación posible. Pero las leyes no nos permiten preguntarle a la gente sobre su estatus migratorio. Por eso tenemos que depender de que el Gobierno Federal haga ese trabajo. Y en este momento. No lo están haciendo. Pero aquí, en los albergues, sobre la gran mayoría de personas que vienen aquí sí tenemos algún tipo de identificación. Tienen algún tipo de identificación. Y entonces usamos esa identificación para el proceso. Tienen algún tipo de documentación. Hemos ayudado. Hemos ayudado a casi más de 25,000 a obtener TPS o estatus laboral. Y tienen que tener documentos para hacer eso. No es que simplemente aceptamos a las personas y simplemente les dejamos decir quiénes son y cómo se llaman y ya, sin hacer algún tipo de verificación. Un abrumador número tiene algún tipo de documentación, pero también recuerden que incluso con esa documentación, no sabemos mucho de ellos. No conocemos su historial de arrestos en Venezuela, porque no tenemos acceso a esos archivos”.
¿Alcalde, pero no resulta preocupante que no se tenga información más precisa de todas las personas que están siendo ayudadas por la Ciudad?
“Es por eso que necesitamos a todos nuestros líderes para que nos ayuden a que el Gobierno Federal haga su trabajo. Voy a tener una reunión la próxima semana con los líderes nacionales de inmigración, a quienes les vamos a solicitar su apoyo porque esto afecta a aquellos que buscan continuar con sus próximos pasos hacia el sueño americano: Todos venimos de algún lugar, y nos afecta cuando intentamos garantizar que aquellos que quieren perseguir el sueño americano no sean víctimas de parte de esta violencia, porque gran parte de esta violencia está siendo infligida a las mismas poblaciones de inmigrantes que buscamos proteger. Por eso necesitamos la ayuda del gobierno federal y creo que necesitamos cambiar las leyes actuales de nuestras ciudades santuario para permitirnos cooperar con (‘La Migra’) cuando se trata de personas violentas. En este momento no podemos. La ley no nos permite hacerlo”.
¿Qué están haciendo para garantizar que “El Tren de Aragua”, una de las organizaciones criminales más sanguinarias que opera desde las cárceles de Venezuela, que ya está en países como Colombia, Ecuador y Chile, y de la que estados como Florida e Illinois ya han detectado su presencia, no llegue a imponer sus actos criminales en Nueva York?
“No estamos autorizados a poder coordinarnos con ICE, por asuntos de inmigración, pero podemos coordinarnos con nuestros socios federales y estatales para combatir el crimen.
Y por eso ya existe un grupo de trabajo conjunto con socios federales y estatales. Y vamos a utilizar la información, particularmente de esas pandillas peligrosas, y nos aseguraremos de informar e informar a nuestro departamento de policía para que esté atento a ellas y asociarnos con nuestros socios federales y estatales para realizar detenciones cuando se trate de comportamientos delictivos”.
¿Pero en este momento tienen alguna evidencia de que “El Tren de Aragua” ya está en Nueva York?
“No, en este momento no. No en este momento”.