Alberto Ulloa, una mirada a una colección dominicana y a esta afición

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Es enfocado como fenómeno cultural, psicológico y social

El coleccionismo es un fenómeno casi tan antiguo como el ser humano. Desde el primer momento que alguien pretendió aprehender la realidad en las paredes de las cavernas, comenzó el instinto de coleccionar. Según estudios se colecciona en serio desde hace 5,000 años.

El coleccionismo, desde el punto de vista cultural, ayuda a valorizar en el mercado el patrimonio artístico de un país, a través sobre todo de las artes visuales. Poseer creadores que alcancen cifras importantes en las subastas, valoriza toda la cultura de un país a la larga.

La figura del coleccionista ha sido estudiada desde ángulos variados. El psicólogo estadounidense Abraham Maslow ha diseñado una jerarquía de motivaciones en seis niveles que explican la naturaleza de este tipo de comportamiento humano. Las primeras son fisiológicas, luego de seguridad y protección; de amor y sentimientos de pertenencia; las necesidades de prestigio, competencia y estima sociales; la quinta es la autorrealización, y en sexto lugar la curiosidad y necesidad de comprender el mundo circundante.

Detrás de una colección hay una forma de pensar y concebir relaciones significativas entre objetos y de estos con el “mundo” o el contexto social al cual pertenecen, como ha expuesto Isabel Pinillos, en su ensayo “El coleccionista y su tesoro: la colección”.

El artista crea la obra. El coleccionista, por alguna razón, la atesora. Pero eso no se queda ahí. Desde hace mucho los coleccionistas quieren tener su crédito por coleccionar. O por tener el buen gusto para con su dinero establecer un diálogo con determinado tema o movimiento estético o época.

En República Dominicana hay varios coleccionistas y colecciones, algunas de las cuales se han convertido en museos como el de Juan José Bellapart; el Centro León, de la familia León Jimenes; el Museo Russo, de Altagracia Mella Russo. La colección privada de Isaac Lif, reconocido empresario afincado en República Dominicana por 50 años, fundador de Radiocentro y destacado mecenas del arte y la pintura fue considerada como una de las mayores compilaciones de arte surrealista y moderno de América Latina.
Otros destacados coleccionistas son Fernando Báez Guerrero, Alberto Cruz, Juan Portela, César Contreras, Héctor José Rizek, entre otros.

Ahora el coleccionista Luis Felipe Cartagena Sánchez presenta la exposición “Alberto Ulloa: Mi colección” que se expone en el segundo nivel del Museo de Arte Moderno.

En su inauguración, que contó con la presencia de los ministros de Cultura, Milagros Germán y del Interior Jesús A. Vásquez (Cha); así como Federico Fondeur, director del MAM; Gamal Michelen, viceministro de Cultura, y el crítico de arte Amable López Menéndez, entre otras personalidades, Cartagena Sánchez dijo que esta exposición forma parte de las actividades conmemorativas del 13 aniversario del fallecimiento de Alberto Ulloa, dibujante y escultor de imaginación desbordada y uno de los pintores dominicanos más productivos, exitosos y de mayor proyección a nivel nacional e internacional.

La muestra, que permanecerá expuesta hasta el 7 de agosto, consta de unas 275 obras entre pinturas y esculturas, que abarcan desde el año 1974 hasta el 2011, año del fallecimiento del infatigable creador visual.

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“Para mí es un gran honor tener la oportunidad por primera vez en la historia, de más de 33 años adquiriendo y coleccionando específicamente arte dominicano, exponer una de mis colecciones en el Museo de Arte Moderno”. Y agregó: “Alberto Ulloa dejó un legado perdurable en el arte dominicano y latinoamericano, siendo una figura clave en la evolución de la neofiguración y un ejemplo para futuras generaciones de artistas”.

Dylan Dopson, Shanell Cartagena de Dopson y Luis Felipe Cartagena.

El Museo de Arte Moderno había acogido las dos primeras muestras individuales del artista, en 1977 y 1979. No había vuelto a exhibirse allí.

“Conocí al maestro Ulloa a principios de los años 90 y, a partir de ahí, lo visitaba en las diferentes casas donde residió, como la de la calle Paseo de los Médicos, en la Zona Universitaria; en su finca de la Avenida 6 de Noviembre; en los dos apartamentos que vivió en el sector de Renacimiento; en la Urbanización Costa Verde del kilómetro 12 de la Avenida Independencia, y por último en los Cacicazgos. El maestro era un personaje de trato exquisito y amable, que también amaba el arte culinario”, recordó el coleccionista.

“Alberto Ulloa: Mi colección”, incluye pinturas, dibujos, pasteles, murales, esculturas en madera, bronce y piedras pintadas.

Alberto Ulloa (1950-2011), nació el 1 de enero en la Montaña de Jurutungo, Altamira, Puerto Plata. Desde niño, mostró un talento prodigioso para el dibujo. A los 15 años, en medio de la Revolución de Abril de 1965, se trasladó a Santo Domingo para continuar sus estudios. Fue discípulo de grandes maestros dominicanos como Guillo Pérez, Rosa Tavares, Domingo Liz, Cándido Bidó y Jaime Colson. Egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1974 con perfectas calificaciones, lo que le permitió obtener la beca “Abelardo Rodríguez Urdaneta” para realizar un postgrado en España.

En 1977, recibió el título de Profesor de Dibujo de la Real Academia de San Fernando de Madrid y continuó su especialización en Estudios Superiores de Pintura Mural en la Universidad Complutense de Madrid. En 1981, regresó a la República Dominicana con la misión de construir un patrimonio cultural para su país. Aquilató numerosos premios y realizó exposiciones individuales, además de en República Dominicana, en París, New Jersey, San Juan, Marbella, Madrid y Ávila, entre otros. Obras suyas conformaron exposiciones colectivas en Caracas, Miami, Ginebra, Sevilla, entre otras ciudades del mundo.

Agustín Morillo Rodríguez, y su esposa Rosa Amelia Sánchez de Morillo reciben un catálogo de la exposición de Luis Felipe Cartagena.

Premios y distinciones

1992: Premio Quinto Centenario, España
1979: Primer Premio de Pintura, XIV Bienal Nacional de Artes Visuales, RD
1978: Primer Premio Casa de España, República Dominicana
1978: Premio Adaja, Ávila, España
1975: Segundo Premio de Pintura, Colegio Hispanoamericano, Madrid
1975: Primer Premio Bienal Internacional de Arte de Marbella, España
1974: Primer Premio Escuela Nacional de Bellas Artes, RD
1974: Primer Premio de Pintura, Concurso Royal Bank of Canadá, RD
1974: Primer Premio “Radio Televisión Dominicana” a la Joven Pintura, RD
1974: Premio Minera Falconbridge Dominicana, RD
1973: Premio Escuela Nacional de Bellas Artes, RD

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