El Ministerio de Defensa de Siria ha informado este miércoles de la muerte de al menos 36 personas, así como de más de 50 heridos, como consecuencia de un ataque aéreo del Ejército de Israel sobre la ciudad de Palmira, en el centro del país. El ataque ha caído sobre esta histórica ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad sobre las 13:30, hora local, tras haber sido lanzado desde la base estadounidense Al Tanef, situada en el este de Siria
Los bombardeos han golpeado varios edificios residenciales y la zona industrial de la ciudad, ha informado el Ministerio de Defensa sirio, según recoge la agencia estatal de noticias Sana. Más tarde, el Ministerio de Exteriores sirio ha lanzado un comunicado en el que ha denunciado el “crimen horrendo” perpetrado por Israel y que, dicen, “refleja el crimen sionista actual contra los países y los pueblos de la región”.
“Los crímenes cometidos por la entidad sionista en Siria, Líbano y Palestina constituyen una amenaza real a la seguridad y la estabilidad de la región“, ha añadido la diplomacia siria, que en este punto lamenta el funcionamiento del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, bloqueado por el derecho a veto de algunos de sus integrantes.
“La dependencia del Consejo de Seguridad de una decisión de un solo Estado hace que este Consejo pierda su credibilidad en el mantenimiento de las Relaciones Internacionales y de paz y seguridad”, ha añadido el Ministerio de Exteriores sirio, apuntando indirectamente a Estados Unidos.
Así las cosas, desde el Gobierno de Siria han hecho un llamamiento “a todos los países del mundo” para que “cumplan con su deber humanitario y adopten una postura firme para condenar las masacres en serie” cometidas por Israel y “responsabilizar” a sus líderes, así como que “se garantice que no escapan al castigo”.
El Gobierno sirio ha denunciado que en el último año, el Ejército israelí ha intensificado sus ataques, provocando la muerte de al menos 140 personas y dejando importantes daños materiales. La semana pasada, un ataque sobre los barrios de Mezzeh y Qudseya, en Damasco, y dejó 16 muertos y una quincena más de heridos.