Puerto Príncipe, 23 abr (EFE).- La impunidad frente a la violencia en Haití es «casi absoluta» y ha llevado a miles de personas a convertirse en desplazados internos o a marcharse del país, pese a lo cual continúan las deportaciones en especial desde República Dominicana y Estados Unidos, denunció este martes Amnistía Internacional (AI).
En su informe ‘La situación de los derechos humanos en el mundo’ en 2023 divulgado hoy, AI alerta de la violencia y de una «situación generalizada de hambre y falta de bienes y servicios básicos» en Haití, así como del «acceso limitado a la protección internacional» y las repatriaciones de ciudadanos.
Respecto a la inseguridad, además de los miles de asesinatos y los secuestros, esta organización de defensa de los derechos humanos asegura que el año pasado la violencia sexual siguió siendo «habitual, incluida la violación de mujeres y niñas para infundir miedo, adquirir y demostrar control o como castigo, según Human Rights Watch».
Tampoco la prensa se libró de la violencia y al menos tres periodistas fueron asesinados, al igual que un juez y un fiscal. A ellos se sumaron siete personas que en agosto pasado participaban en una protesta contra la delincuencia que había congregado a cientos de manifestantes en Canaán, al norte de Puerto Príncipe.
Amnistía Internacional recordó que, con el fin de abordar la violencia -de la que no escapan tampoco los defensores de las libertades fundamentales-, el comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió a las autoridades haitianas fortalecer las fuerzas de seguridad y el sistema judicial.
Mientras tanto, en medio de la violencia, los haitianos siguieron sufriendo en 2023 escasez de bienes y servicios básicos y millones de personas continuaron careciendo de alimentos suficientes (actualmente alrededor de la mitad de la población, de unos 11 millones de personas, está en inseguridad alimentaria aguda).
El año pasado los servicios de salud también fueron insuficientes y tuvieron poca capacidad por las limitaciones económicas y la violencia, que provocó desplazamientos de población y obstaculizó las operaciones humanitarias, al tiempo que se producía un repunte del cólera en junio.
En cuanto a las repatriaciones, Amnistía Internacional recalca que República Dominicana devolvió al país a miles de haitianos pese a los llamamientos tanto suyos como de otras organizaciones y de organismos internacionales para que se frenaran las deportaciones.
También Estados Unidos siguió expulsando a haitianos, a pesar de haber designado de nuevo a Haití como país beneficiario del Estatus de Protección Temporal y continuar los programas de permiso de permanencia transitoria.
A las personas que se han ido de Haití se suman los cientos de miles de desplazados internos, en su mayor parte a causa de la violencia y muchos de los cuales viven en campamentos en condiciones infrahumanas. EFE