La sentencia contra Daniel Sancho por el asesinato premeditado de Edwin Arrieta es demoledora para el español, que actualmente está cumpliendo una condena a cadena perpetua en la cárcel tailandesa de Surat Thani tras conocerse el fallo del tribunal, el pasado 29 de agosto.
En los 47 folios de la sentencia, a la que ha tenido acceso 20minutos, los magistrados dejan muy claro que “el acusado tenía la intención de matar al fallecido” y que actuó con “premeditación”, de ahí su condena a cadena perpetua. Pero la sentencia también relata aspectos muy concretos de cómo se produjo el crimen e indica, por ejemplo, que Daniel Sancho “agarró violentamente la cabeza del fallecido y la golpeó contra el borde del fregadero”.
“El acusado sujetó la cabeza del difunto y la golpeó contra el borde del fregadero con tanta fuerza que el hueso occipital estaba roto y el interior de la cabeza estaba magullado”, describe el texto redactado por el tribunal de Koh Samui.
La sentencia también incluye datos de la autopsia practicada al cadáver del cirujano colombiano. Aunque esta no pudo determinar la causa exacta de la muerte (debido a que no se recuperaron todas las partes del cuerpo), expone que “del examen de la cabeza del difunto se desprende que el hueso cervical detrás del hueso occipital entre las articulaciones C1 y C2 tenía una grieta, probablemente causada por un impacto con un objeto duro a diferentes niveles”. Asimismo, dice que “la cabeza tenía una laceración alrededor de la ceja derecha, el ojo estaba magullado y el interior de la cabeza estaba magullado, probablemente por un impacto contundente sobre un objeto duro”.
El tribunal apoya la premeditación del crimen en los cuchillos, sierras, guantes y otros productos que Sancho compró días antes de la muerte de Arrieta, como así está documentado mediante cámaras de seguridad y el testimonio de los dueños de los establecimientos que se los vendieron. “El acusado fue a comprar cuchillos afilados, cuchillos de carnicero, sierras de carnicero y grandes cantidades de bolsas de plástico”, dice el texto.
“Todas estas son circunstancias que indican que el acusado tenía la intención de planear y prepararse para matar al fallecido de antemano”, expone el texto de los magistrados.
“Usó film transparente para envolver partes del cuerpo”
También recoge cómo Sancho descuartizó el cadáver, atendiendo a los informes policiales presentados: “El acusado cortó el cuerpo del fallecido en 35 pedazos y puso los pedazos en una bolsa de basura. Usó film transparente para envolver las partes del cuerpo, las colocó en el refrigerador, luego sacó las partes del cuerpo del refrigerador y las colocó en una mochila negra”.
Del mismo modo, hace referencia a cómo Sancho intentó limpiar la escena del crimen: “El imputado preparó la sien para limpiar las manchas de sangre hasta el punto que no se podían ver a simple vista”.
“Después de que el acusado hubiera matado al difunto, utilizó un cuchillo y una sierra para cortar el cuerpo. Puso las partes del cadáver en las bolsas de plástico que fueron compradas y preparadas para ser arrojadas al mar”, señala.
En ese sentido, incide en que cuando la Policía inspeccionó la habitación del crimen “a simple vista no se veían rastros de manchas de sangre” y los investigadores tuvieron que utilizar “una solución química para encontrar rastros de manchas de sangre y material genético”.
“Tuvo que poner su boca sobre los genitales”
El texto de la sentencia también recoge la versión esgrimida en el juicio por Daniel Sancho, quien sostuvo que actuó en defensa propia después de que supuestamente Arrieta intentara violarlo por haber cortado la relación sentimental que mantenían y por haberse negado a practicarle una felación (“el acusado tuvo que poner su boca sobre los genitales del fallecido”, se puede leer en el texto). En ese sentido, apunta que esta versión “entra en conflicto con la investigación” y la desestima.
La sentencia dice que Sancho y Arrieta “mantenían una relación hombre-hombre” de carácter sexual y que “el acusado necesitaba ayuda económica del fallecido”, una ayuda que el colombiano solo le ofreció a cambio de favores sexuales. Ante la negativa de Sancho, refleja que Arrieta le amenazó con “revelar la relación” que mantenían “a otras personas”, lo que el tribunal considera que “fue el motivo del enfado del acusado hacia el fallecido” y que “por ello utilizó la fuerza para herir gravemente al fallecido”.