Una larga huelga, que durante tres días afectará al sector del transporte en Italia, comienza este sábado en los aeropuertos y continuará con paros en los trenes, así como en los servicios de autobús, metro y tranvía de las principales ciudades del país.
La movilización, que recoge numerosas protestas que van desde “los turnos extenuantes” a la renovación de los convenios colectivos, comenzará con un paro de cuatro horas (11.00-15.00 GMT) de los pilotos y los asistentes de vuelo de la compañía Ita Airways pertenecientes a Fit-Cisl y Ugl.
A esa misma hora también se detendrán las tripulaciones italianas de Wizzair registradas en Filt CGIL, mientras que la protesta se extenderá a algunas empresas de handling y servicios en tierra que operan en el aeropuerto milanés de Malpensa.
El domingo, a partir de la 1.00 GMT se ha convocado un huelga nacional del personal del grupo Ferrocarriles del Estado (FS) de 24 horas, que afectará al tráfico ferroviario y puede provocar “posibles cancelaciones totales y parciales de los trenes Frecce, Intercity y Regionales de Trenitalia”, según advierte la compañía. FS ha invitado a todos los pasajeros, en la medida de lo posible, a reprogramar sus viajes.
Y el lunes por la mañana, serán los autobuses, tranvías y metro los que pararán en una huelga nacional de ocho horas convocada por los sindicatos Filt Cgil, Fit Cisl, Uiltrasporti, Faisa Cisal y Ugl Fna en las mayores ciudades del país, como Roma, Milán, Génova, Venecia, Bolonia, Florencia, Nápoles y Bari.
La protesta se debe al “estancamiento del conflicto para renovar” el convenio colectivo y “para decir basta a un sistema de transporte público inadecuado, a la insuficiencia de los recursos asignados al sector, a los salarios insuficientes, a la escasa conciliación del tiempo de trabajo y de vida y al riesgo constante de agresiones”, según los sindicatos.