Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom), empresa que administra el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), aclaró que no es responsable del reclamo de 85 millones de pesos realizado por la señora Eladia María Mercedes.
Este monto corresponde a una compensación que ella exige por los terrenos donde se construyó el aeropuerto durante el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo.
El portavoz de Aerodom, Luis José López, explicó que la concesión otorgada a la empresa incluye únicamente la operación, gestión y mantenimiento del aeropuerto, sin transferir la propiedad de los terrenos.
Según López, estos terrenos siguen siendo propiedad del Estado, y es este el responsable de atender el caso. “Nuestra concesión no nos permite opinar o intervenir en este tema, ya que los terrenos son estatales”, aseguró.
Eladia María Mercedes, de 87 años, ha estado luchando durante años para obtener la compensación por unos terrenos que asegura haber heredado de su madre. Sin embargo, errores en los documentos relacionados con su apellido han complicado el proceso y retrasado el pago.
En medio de esta lucha, Mercedes sufrió una trombosis en el lado izquierdo de su cuerpo y actualmente se encuentra en cuidados intensivos.
Su familia ha expresado preocupación por su estado de salud, calificándola como una mujer fuerte, pero afectada emocionalmente por esta situación. “Es muy doloroso verla en esta condición después de todo lo que ha pasado. Solo queremos que se haga justicia y que ella pueda descansar tranquila”, señaló uno de sus hijos. Aerodom ha reiterado que, como concesionaria, no tiene responsabilidad alguna sobre los terrenos ni sobre el pago solicitado por Mercedes.
La empresa considera que el caso debe ser resuelto por los organismos correspondientes del Estado dominicano. El reclamo de Mercedes refleja los desafíos que enfrentan algunas familias para resolver temas legales relacionados con decisiones tomadas en épocas pasadas.
Este caso también resalta la importancia de una gestión más transparente y efectiva en la resolución de conflictos de tierras heredadas.
La familia de Mercedes mantiene la esperanza de que las autoridades dominicanas tomen medidas para resolver la situación de manera justa.
Más allá del dinero, para ellos se trata de reconocer los derechos de una mujer que ha dedicado años a reclamar lo que considera suyo.
