El vapeo se ha convertido en una tendencia alarmante entre los jóvenes, con muchos creyendo erróneamente que es una alternativa «inofensiva» al fumar. Sin embargo, la historia de Kyla Blight, una adolescente de 17 años, sirve como un poderoso recordatorio de los riesgos ocultos detrás de este hábito aparentemente inofensivo. Tras sufrir una perforación pulmonar por exceso de vapeo, Kyla ahora advierte a otros jóvenes que «no vale la pena» arriesgar la salud por esta práctica.
La adicción silenciosa: cómo Kyla cayó en las garras del vapeo
Kyla comenzó a vapear a los 15 años, cuando esta tendencia se propagaba rápidamente entre sus amigos en la escuela. Al igual que muchos otros adolescentes, creyó que el vapeo era completamente «inofensivo» y se sumergió en el hábito con entusiasmo. Llegó a consumir un dispositivo de 4,000 caladas a la semana, lo que equivale a la nicotina de 400 cigarrillos.
Sin embargo, la aparente inocuidad del vapeo pronto se desvaneció cuando Kyla sufrió graves consecuencias. Una noche, mientras dormía en casa de una amiga, su cuerpo colapsó y se puso «azul», provocando que su padre la llevara de urgencia al hospital.
La perforación pulmonar
Los médicos descubrieron que Kyla había desarrollado un pequeño abultamiento de aire, conocido como un bleb pulmonar, en la parte superior de sus pulmones, el cual había estallado provocando el colapso de su pulmón. Kyla tuvo que someterse a una cirugía de cinco horas para extirpar parte de su pulmón y evitar una parada cardíaca.
El padre, Mark Blight, relata lo aterrador que fue ver a su hija al borde de la muerte. «Fue aterrador para mí. Lloré como un bebé. Fue horrible de ver. He estado con ella todo el tiempo», confiesa.
Cómo los jóvenes se ven envueltos en una trampa mortal
Kyla admitió que, a pesar de ser menor de edad y no poder comprar legalmente los dispositivos de vapeo, lograba adquirirlos a través de otras personas. Incluso reveló que los usaba «en todas partes» y que los primeros en la mañana.
Una advertencia desgarradora para otros jóvenes
Tras su angustiosa experiencia, Kyla ha hecho una firme promesa: «No los tocaré. No me acercaré a ellos. La situación realmente me ha asustado de ellos». Ahora, se ha convertido en una voz poderosa advirtiendo a otros jóvenes sobre los peligros ocultos del vapeo.
«No creo que deberían hacerlo, realmente no vale la pena. Es divertido y la gente piensa que es genial, pero realmente no vale la pena», advierte Kyla.
Cómo la lección de Kyla puede salvar vidas
La historia de Kyla ha conmocionado a la comunidad y ha llevado a su padre, Mark, a tomar medidas drásticas. Ahora, él mismo ha dejado de vapear, y ha recurrido a las redes sociales para difundir el mensaje sobre los peligros de los cigarrillos electrónicos desechables.
Expertos resaltan que, si bien el vapeo puede ser una alternativa más segura para los fumadores, los no fumadores, especialmente los jóvenes, no deberían sucumbir a esta tentación. Los riesgos a largo plazo siguen siendo inciertos, y casos como el de Kyla demuestran que el vapeo puede tener consecuencias devastadoras.
Es imperativo que los jóvenes, los padres y las autoridades tomen medidas decisivas para abordar esta creciente epidemia de vapeo entre los adolescentes. Solo así podremos evitar que más vidas se vean truncadas por esta peligrosa tendencia.