El viernes se ha programado una audiencia judicial para el hombre acusado de prender fuego a una mujer en un tren del metro y avivar las llamas con una camisa mientras ella se quemaba hasta morir.
Entretanto el jueves, líderes comunitarios y otros neoyorquinos se congregaron en una vigilia en solidaridad con la víctima, cuya identidad sigue siendo un misterio.
Sebastian Zapeta ha sido acusado de dos cargos de asesinato y un cargo de incendio provocado por el ataque aparentemente aleatorio, que ocurrió la madrugada del domingo en un tren parado en Brooklyn.
El hombre de 33 años hizo su primera aparición en la corte a principios de la semana. No se le pidió que presentara una declaración de culpabilidad y su abogado no respondió a las solicitudes de comentarios.
La víctima aún no ha sido identificada públicamente por la policía.
Zapeta, quien según los funcionarios federales de inmigración es un ciudadano guatemalteco que entró ilegalmente en Estados Unidos, ha sido encarcelado en el complejo Rikers Island de la ciudad.
Las autoridades dicen que Zapeta se acercó a la mujer, que podría haber estado durmiendo en el tren en la parada de la estación Coney Island, y le prendió fuego a la ropa con un encendedor. El fiscal Ari Rottenberg dijo que Zapeta agitó una camisa hacia ella para avivar el fuego, lo que provocó que quedara envuelta en llamas, dijo el fiscal Ari Rottenberg durante la comparecencia ante el tribunal el martes.
Zapeta se sentó en un banco en la plataforma y observó cómo se quemaba, alegan los fiscales. La mujer fue declarada muerta en el lugar.
La policía detuvo a Zapeta mientras viajaba en un tren en la misma línea más tarde ese día.
Zapeta dijo a los investigadores que bebe mucho licor y que no sabía lo que había sucedido, según Rottenberg. Sin embargo, Zapeta se identificó en fotos y videos de vigilancia que muestran cómo se enciende el fuego, dijo el fiscal.
Una dirección de Brooklyn para Zapeta publicada por la policía después de su arresto coincide con un refugio que brinda vivienda y apoyo por abuso de sustancias.
Los funcionarios federales de inmigración dijeron que fue deportado en 2018, pero regresó a los EE. UU. ilegalmente algún tiempo después de eso.
Los asistentes a la vigilia se reunieron a las afueras de la estación de la parada de Coney Island – Stillwell Avenue y algunos de ellos culparon a las políticas del alcalde Adams y la gobernadora Hochul por la muerte de la mujer.
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