Santo Domingo. – El presidente Luis Abinader resaltó los esfuerzos que está realizando el Ministerio de Transporte, dirigido por la ministra Faride Raful, en la prevención de accidentes de tránsito en República Dominicana. Según el mandatario, en las últimas semanas se han comenzado a ver resultados en la disminución de accidentes, gracias a un programa de prevención que prioriza la seguridad vial.
Esta medida cobra particular importancia ante las preocupantes cifras compartidas recientemente por el director del Hospital Universitario Docente Traumatológico Dr. Ney Arias Lora, Julio Landrón, quien informó que más de tres mil personas han fallecido en el país a causa de accidentes de tránsito en lo que va de año.
Landrón advirtió que solo en el último trimestre ha habido un aumento significativo en el número de personas lesionadas y fallecidas debido a accidentes de tránsito, lo que ha generado una mayor presión en las salas de emergencia del hospital. El Ney Arias Lora, un centro especializado en trauma, ha visto un incremento en la atención de pacientes, asistiendo a entre 80 y 100 personas diariamente durante la semana y de 250 a 300 durante los fines de semana.
Abinader explicó que la mayoría de los accidentes de tránsito graves en el país involucran motocicletas, y señaló que la falta de preparación y equipo de seguridad, como cascos protectores, es un factor fundamental en los elevados índices de mortalidad entre los motociclistas. “Es fundamental que exijamos, para su propio bien, que usen protección; estamos buscando reducir al máximo los accidentes con vehículos de dos ruedas en nuestro país,” indicó el presidente.
El mandatario añadió que, aunque el país se encuentra dentro del promedio regional en términos de accidentes de tránsito, siempre existe la necesidad de mejorar en las medidas preventivas y en la educación vial. En este sentido, Abinader invitó a la ministra Raful a realizar una presentación para exponer más detalles sobre los proyectos y avances en esta área.
La implementación de estas medidas responde a la necesidad de reducir el impacto de los accidentes en las carreteras, en especial entre los motociclistas, un grupo particularmente vulnerable.