Santo Domingo. – La ministra de Cultura, Milagros Germán, se refirió este martes al cierre del emblemático negocio de la calle El Conde La Cafetera y reveló que buscará mediar junto al clúster de la Ciudad Colonial, a pesar de que el tema es ajeno al eje fundamental de la institución que dirige.
Germán manifestó que le tomó por sorpresa la noticia, pues desconocía la situación económica del espacio que por más de 90 años abrió sus puertas a decenas de artistas, escritores, gestores culturales y público en general.
“Vamos a tratar de hacer un esfuerzo, es un hecho que es ajeno a la misión del Ministerio de Cultura, en tanto es un negocio como tal, pero al ser un espacio tan representativo para la cultura dominicana, para los artistas, para los literatos, nosotros vamos a tratar de mediar y ver qué solución puede tener el cierre de La Cafetera”, declaró la funcionaria.
La ministra insistió que el Ministerio de la Cultura no tiene potestades para recuperar empresas específicas, ni vinculadas al área de la cultura, sin embargo, tratará de promover un encuentro junto a empresarios y el clúster de la Ciudad Colonial.
“Este es un espacio importante, en el año 2021 fue declarado como un espacio cultural para las letras y el dialogo democrático por el propio Ministerio de Cultura”, agregó Germán.
De igual forma, explicó que la Ciudad Colonial se encuentra intervenida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los ministerios de Turismo y Cultura y a la Alcaldía del Distrito Nacional, con la finalidad de relanzar el esplendor de la histórica zona, lo que implicará que negocios que no puedan sostenerse en este proceso de transformación correrán el peligro de tomar la decisión de cerrar.
“Es un periodo de transición que nos está costando mucho, sobre todo a los negocios que están en la Ciudad Colonial porque el acceso a la misma se dificulta, pero por partes vamos a ir liberando algunas de esas zonas”, afirmó la ministra de Cultura.
Sobre La Cafetera
La Cafetera, inaugurada por Benito Paliza Torre en 1932, espacio pionero en la torrefacción de café, que más allá de generar ganancias, se creó un lugar con el propósito de promover tertulias artísticas como literarias y un punto de encuentro vital para escritores, artistas y políticos tanto nacionales como internacionales.
