La sesión de este lunes del juicio en Aviñón por el caso contra Dominique Pelicot, el marido que durante años drogó a su mujer, Gisèle, para que la violaran decenas de hombres, ha quedado suspendida poco después de comenzar para que se constituya un equipo médico que informe al tribunal del estado real de salud del principal acusado, ausente por enfermedad.
Roger Arata, presidente del Tribunal de lo Criminal de Vaucluse (sureste de Francia), ha anunciado esa suspensión por un tiempo incierto que se supone de varias horas, para reunirse en primer lugar con los abogados y designar a los expertos que deberán determinar si Dominique Pelicot puede asistir en los próximos días al proceso.
Una cuestión fundamental para la decisión que tendrá que tomar sobre su continuidad o sobre un eventual aplazamiento, por unos días o por un periodo mucho más largo que acarrearía una nueva programación de la agenda de las decenas de personas implicadas.
La abogada de Dominique Pelicot, Béatrice Zavarro, se ha quejado de que su cliente había alertado de sus dolencias hace más de una semana pero no ha empezado a recibir tratamiento más que en las últimas horas.
Zavarro ha explicado a la prensa, poco antes de que comenzara la vista, que se le ha detectado una piedra en la vesícula y que sufre una infección renal, y que su estado le impedía acudir este lunes por la mañana al tribunal.
La letrada ha insistido, como en los últimos días, en que Dominique Pelicot está impaciente por declarar, en que su enfermedad no es una estratagema para impedirlo y en que nadie quiere un aplazamiento largo.
Gisèle Pelicot, la víctima del que ahora es su exmarido y de otros 49 hombres que se sientan en el banquillo de acusados en este juicio, ha hecho por su parte una declaración para agradecer las muestras de apoyo que ha recibido desde hace dos semanas y para decir a las víctimas de violencia sexual que no están solas.
