Redacción América .- El exilio del opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha generado preocupación en varios Gobiernos latinoamericanos y de Europa, así como en organismos internacionales como la ONU y la OEA, que consideran que la medida socava aún más cualquier posibilidad de diálogo en Venezuela.
González Urrutia llegó a Madrid este domingo, tras pedir asilo al considerar que en Venezuela sufría persecución política y judicial después de las presidenciales del 28 de julio, cuya victoria oficial fue otorgada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a Nicolás Maduro, un resultado validado, posteriormente, por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El Gobierno de Colombia lamentó este lunes «la salida de Venezuela de Edmundo González» y reafirmó que «el proceso político en el hermano país y en cualquier país de las Américas debe estar rodeado de plenas garantías».
«Una vez más, Colombia propugna por el diálogo para construir un acuerdo que asegure la paz política en el vecino país», agregó la Cancillería en un comunicado.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, junto a sus homólogos de México y Brasil, Andrés Manuel López Obrador y Luiz Inácio Lula da Silva, respectivamente, han intentado mediar en la crisis que vive Venezuela desde que el ente electoral anunció la cuestionada victoria de Maduro.
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Ninguno de los tres países ha reconocido aún la victoria de Maduro, pero tampoco se han decantado por González Urrutia, y en reiteradas ocasiones han pedido que se publiquen las actas electorales.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló que la salida de González Urrutia, es consecuencia de las medidas «antidemocráticas» de Maduro.
Según Blinken, el líder opositor sigue siendo «una voz indiscutible por la paz y el cambio democrático en Venezuela», y Estados Unidos le apoya en su llamado a continuar «la lucha por la libertad y la restauración de la democracia».
Chile lamentó «el exilio forzado» del opositor, rechazó «cualquier forma de represión en contra de los opositores del régimen dictatorial en Venezuela» y reiteró «el llamado a que se respeten los derechos humanos, las libertades fundamentales y la integridad física de todos los venezolanos y venezolanas».
«Es una muy mala noticia. Confirma que estamos ante una dictadura que ahora consolida el fraude. El candidato más votado se tiene que asilar o exiliar y esto claramente indica que estamos ante un régimen que no está dispuesto a dar un paso al costado», afirmó por su parte el canciller uruguayo, Omar Paganini.
Paraguay reiteró su «compromiso con el pueblo de Venezuela», reclamó «el respeto irrestricto a los derechos humanos, a las libertades fundamentales de los venezolanos» y la «restauración inmediata del Estado de derecho en ese país».
La ONU advirtió que la salida de González Urrutia «claramente no es el fin de la crisis» poselectoral y señaló que sigue estando «muy preocupada por la situación en Venezuela».
El organismo internacional envió a Venezuela un panel de expertos electorales para seguir las elecciones de julio y, aunque sus conclusiones suelen ser confidenciales para el secretario general, en este caso se hicieron públicas y decían que los comicios no cumplieron con los estándares requeridos de transparencia.
También, la Organización de los Estados Americanos (OEA) acusó al «régimen autoritario» venezolano de haber «forzado el exilio» de González Urrutia, al que el organismo considera el ganador de las elecciones presidenciales.
«El régimen no solo ha fallado en producir la menor evidencia del resultado electoral (…) sino que ha forzado el exilio del candidato Edmundo González», quien «indudablemente» ganó las pasadas elecciones, señaló la Secretaría General de la OEA en un comunicado.
La OEA aseguró que el «proceso electoral no ha terminado» y que deben «seguir trabajando para que el verdadero ganador de las elecciones del pasado 28 de julio asuma la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela» en enero de 2025.
Para el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, la salida de González Urrutia es «un día triste para la democracia».
«El líder político y candidato presidencial Edmundo González ha tenido que pedir asilo político y acogerse a la protección que le ha ofrecido España», lamentó Borrell.
El Gobierno alemán calificó de «retroceso» para la democracia en Venezuela que González Urrutia vaya a recibir asilo político en España puesto que en un país democrático «no debería haber nunca políticos que se vean forzados a huir» y demandó al Gobierno de Venezuela a que «termine el trato violento contra la oposición y el restablecimiento de los derechos de los participantes democráticos».
España niega negociaciones
El Gobierno español rechazó este lunes la versión de que mantuvo negociaciones con el Ejecutivo venezolano para la salida de González Urrutia e insistió en reclamar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la publicación de las actas electorales.
El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, avanzó que González recibirá asilo en España, solicitado por el propio opositor, y aseguró que España no ha aceptado «ninguna exigencia ni ha habido ninguna negociación» con el Gobierno venezolano para facilitar su salida del país.
Por su parte, González Urrutia dijo hoy en su perfil de X que la decisión de abandonar su país y exiliarse en España la tomó porque el destino de los venezolanos «no puede, no debe ser, el de un conflicto de dolor y sufrimiento».
Mientras que el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, manifestó que el abanderado de la mayor coalición opositora salió «huyendo» de la líder opositora María Corina Machado, «no del Gobierno».