La cantante colombiana Shakira, luego de aceptar que cometió fraude fiscal por no pagar impuestos a Hacienda en los años 2012 y 2014, rompió el silencio con una carta en la que revela que tomó la decisión de aceptar su sentencia para proteger a sus hijos, no por culpabilidad.
«Necesito que sepan que tomé las decisiones que tomé para protegerles, para estar a su lado y seguir con mi vida. No por cobardía ni por culpabilidad», escribió Shakira.
La artista fue sentenciada a una pena mínima de un año por cada uno de los tres delitos fiscales y, posteriormente, asumió el pago de una multa de 7,3 millones de euros, algo que sorprendió a nivel internacional.
Según describe en el documento, la barranquillera afirmó que pagó mucho más de lo que debía, ya que cuando realmente correspondió hacerlo, se declaró residente fiscal en España. Si se suman todas las cantidades que pagó voluntariamente y las multas injustificadas, se puede ver que el Estado español se quedó con una suma mayor a la totalidad de sus ganancias de esos años.
Finalmente, indicó que para ella la década en España fue una «década financieramente perdida», porque su patrimonio consiste en lo que ganó antes de llegar a España y lo que ganó después de salir de allí, añadiendo que todas sus ganancias de esos años se quedaron en manos del Estado español.
