Más de 90 personas fueron ejecutadas en Irán durante el mes de agosto, según informaron expertos en derechos humanos de la ONU. Esta cifra representa más del doble de ejecuciones en comparación con el mes anterior, julio. Los expertos están instando a las autoridades iraníes a suspender la pena de muerte.
Se confirmaron al menos 41 ejecuciones por delitos relacionados con narcotráfico, a pesar de reformas en las leyes antidrogas que buscaban reducir estas penas. Sin embargo, las autoridades solo han informado sobre una pequeña fracción de las condenas totales.
Durante lo que va del año, se han llevado a cabo alrededor de 400 ejecuciones en Irán, incluyendo 15 mujeres. Entre los casos más destacados se encuentra el de una mujer condenada por adulterio. La ONU ha denunciado que muchas de estas sentencias de muerte se emiten sin garantías de un proceso legal justo.
Un manifestante kurdo fue ejecutado después de confesar bajo tortura, según se ha mencionado. Irán mantiene la pena de muerte para delitos vagos como “propagar corrupción en la Tierra” o “guerra contra Dios”.
El comunicado fue firmado por relatores especiales de la ONU para Irán, libertad religiosa y libertad de expresión.