Toronto. – Joey Votto, uno de los mejores bateadores de su generación , ha anunciado su retiro del béisbol profesional. Votto, quien fuera la cara de los Rojos de Cincinnati durante 17 temporadas, hizo pública su decisión momentos antes del primer lanzamiento entre su antiguo equipo y los Azulejos de Toronto, la franquicia que apoyó durante su juventud.
Votto, de casi 41 años, había firmado un contrato de ligas menores con los Azulejos en la primavera, con la esperanza de regresar a las Grandes Ligas tras una lesión en el tobillo que afectó la primera mitad de la temporada. Sin embargo, no logró recibir el llamado del equipo grande y, desde el estacionamiento del Sahlen Field en Buffalo, donde se encontraba el equipo Triple-A de los Azulejos, Votto anunció en un video de ocho segundos: «Eso es todo. He terminado. Estoy oficialmente retirado del béisbol».
A lo largo de su ilustre carrera con los Rojos, que abarcó desde 2007 hasta 2023, Votto bateó .294 con 356 jonrones y un OPS de .920 en 2,056 juegos. Su carrera incluye seis selecciones al Juego de Estrellas y el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 2010. Conocido por su excepcional habilidad para embasarse, Votto lideró las Grandes Ligas en bases por bolas en tres ocasiones y registró nueve temporadas con un OBP superior a .400.
Votto deja un legado duradero en la historia de los Rojos de Cincinnati, ocupando el segundo lugar en la franquicia en jonrones, dobles (459) y OPS, primero en bases por bolas (1,365), y destacándose también en carreras (1,171), hits (2,135), y juegos jugados (quinto en la historia del equipo).
Las últimas dos temporadas de Votto en Cincinnati fueron complicadas, afectadas por lesiones y un rendimiento que estuvo por debajo de sus estándares habituales. Entre 2022 y 2023, bateó .204 con un OPS de .712 y 25 cuadrangulares en 156 juegos, tras someterse a una cirugía en el hombro izquierdo en agosto de 2022 para reparar un desgarro en el manguito rotador y el bíceps.
Joey Votto deja el béisbol con un legado que probablemente le garantizará un lugar en el Salón de la Fama de Cooperstown cuando sea elegible en cinco años, cerrando una carrera marcada por su consistencia, poder al bate, y un profundo impacto tanto en los Rojos como en el béisbol en general.
