El huracán Ernesto se ha convertido este martes en un poderoso ciclón postropical tras haberse debilitado significativamente en las últimas 24 horas, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés). Aunque ya no es un huracán, Ernesto sigue siendo un sistema peligroso, con vientos máximos sostenidos de 110 kilómetros por hora (90 millas), que equivalen a los de una tormenta tropical.
El NHC, con sede en Miami, ha señalado que el ciclón postropical se encuentra actualmente a unos 675 kilómetros (420 millas) al este-noreste de Cape Race, en Terranova, y se desplaza con rapidez hacia el noreste a una velocidad de 59 kilómetros por hora (37 millas).
Con la transición de Ernesto a un ciclón postropical, se espera que el sistema se disipe por completo entre hoy y el miércoles, poniendo fin a su destructiva trayectoria por el Atlántico Norte.
Se espera que esta velocidad aumente a lo largo del día mientras Ernesto continúa su avance hacia el este-noreste.
A pesar de la reducción en su intensidad, el NHC advierte que Ernesto seguirá generando un fuerte oleaje en la costa noreste de Estados Unidos y en la costa atlántica de Canadá, lo que podría mantener las condiciones marítimas peligrosas en esas regiones.
Ernesto ha dejado su huella a lo largo de su trayectoria. Antes de llegar a su actual estado postropical, el sistema alcanzó la categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, la cual tiene un máximo de 5 niveles.
Durante su paso por Puerto Rico, el huracán provocó graves inundaciones y apagones, afectando considerablemente a la población. Además, las Islas Bermudas sufrieron importantes estragos este fin de semana debido a los vientos y lluvias asociados con Ernesto, dejando a su paso un rastro de destrucción.
Temporada de huracanes
Este ciclón es el tercero en alcanzar la categoría de huracán en lo que va de la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que comenzó el pasado 1 de junio. Hasta el momento, se han formado cinco tormentas tropicales: Alberto, Beryl, Chris, Debby y Ernesto.
De estas, Beryl, Debby y Ernesto lograron fortalecerse lo suficiente como para convertirse en huracanes, con Beryl alcanzando la categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson. Beryl dejó a su paso un rastro de devastación en el Caribe y en algunas regiones de Estados Unidos.
Según las previsiones, esta temporada de huracanes en el Atlántico podría ser una de las más activas e intensas en décadas. Se espera la formación de hasta 25 tormentas tropicales, de las cuales 13 podrían convertirse en huracanes.
Con información de EFE.
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