En los últimos días se han producido espeluznantes sucesos de mujeres crueles y despiadadas que han actuado como verdugas de sus hijos, menores de edad, ya sea quitándoles sus vidas o mutilando parte de sus cuerpos.
El caso más reciente ocurrió este sábado en Mao cuando supuestamente Pénelope Pérez le propinó una estocada en la cabeza, con arma blanca, a su hija de 9 años, dejándola gravemente herida.
Trasciende que Pérez cometió el hecho porque supuestamente a la niña se le olvidó un mandado.
Además, este sábado fue arrestada una mujer en el municipio de Sosúa, Puerto Plata, acusada de causar graves lesiones a su hija de nueve años.
La mujer, cuya identidad se omite para proteger a la menor, presuntamente utilizó un cuchillo para desprender el cuero cabelludo de la niña y ejerció violencia psicológica sobre ella. La detención fue confirmada por el procurador fiscal de Espaillat, Yorelbin Rivas, quien informó a Diario Libre sobre el caso.
En tanto que el pasado jueves 15 del mes en curso, Ana Josefa Castillo Cuello, médico de profesión y miembro del Ejército de la República Dominicana, fue arrestada por miembros de la Policía Nacional tras decapitar a su hija de 6 años, en un hecho ocurrido en el Residencial La Razón I.
De acuerdo con fuentes vinculadas a la investigación, la cabeza de la niña fue hallada en el baño, mientras que el cuerpo permanecía en la cocina.
Mientras que tres días antes, la sociedad fue conmovida con la noticia de que la joven Genesis Lugo, de 25 años se lanzó de un cuarto piso, en el edificio donde vivía junto a su hija de cinco años, apuntan a que una de las motivaciones al funesto hecho se debe a la presunta violación de la menor por parte de una hermana suya, tía de la niña.
De acuerdo a una fuente ligada a la investigación del hecho, la hermana de Lugo guarda prisión en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres acusada de la presunta violación de la niña hoy fallecida.
Las fuentes indican que los familiares estaban presionando para que Lugo quitara la denuncia.
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La neurocriminóloga y especialista en estrés del Centro Vida y Familia Ana Simó, Danel Nouel atribuyó estos hechos a “la ignorancia o “minimización” de signos de alerta de posibles conductas violentas, la falta de atención preventiva e intervención de salud mental, la falta de psicoeducación para hacerle frente a situaciones traumáticas o catastróficas para desarrollar una buena capacidad resiliente, y también, el entorno sociocultural como influencia directa o indirecta en las conductas propias”.
