Javier Ojeda, hermano del exteniente venezolano Ronald Ojeda, quien fue secuestrado en Chile el miércoles en la madrugada, manifestó este viernes que la familia está preocupada y desesperada por saber si la víctima aún se encuentra con vida. Su petición se debe a que no tienen mayor información sobre el caso ya que el gobierno chileno de Gabriel Boric lo maneja con total seguridad.
“Estoy destrozado por la presente situación que estamos viviendo. Mi familia está desesperada por sabe si realmente mi hermano Ronald Leandro Rojas Moreno se encuentra con vida. Tenemos nosotros el derecho de saber, y el desespero por saber, si en realidad mi hermano, quien ha sido secuestrado, se encuentra con vida”, manifestó Javier en una entrevista en el programa Factores de Poder.
El joven manifestó que la intención de la familia no es entorpecer la investigación que llevan las autoridades del país, pero afirmó que hasta el momento no han tenido información.
¿Cómo ocurrió el secuestro de Ronald Ojeda?
Ronald Ojeda Moreno, exteniente de la Fuerza Armada de Venezuela, fue víctima de un secuestro durante la madrugada del miércoles en su residencia en Santiago de Chile. Según informes preliminares, cuatro individuos que aparentaban ser miembros de la Policía de Investigaciones de Chile perpetraron el acto.
Un video exclusivo publicado por medios chilenos reveló los escalofriantes momentos del secuestro del exmilitar. En las impactantes se le observa caminando despojado de su ropa y fuertemente amarrado por los pasillos de su residencia, mientras es escoltado por varios sujetos vestidos de negro y con el rostro cubierto.
Los secuestradores además portaban cascos y chalecos antibalas, simulando ser miembros de la Policía de Investigaciones chilena, con lo que habrían logrado engañar al victimario.
¿Qué se sabe del exmilitar secuestrado en Chile?
El exmilitar fue detenido y encarcelado en la prisión de Ramo Verde en marzo de 2017 por presunta conspiración contra el régimen de Nicolás Maduro. Pero en noviembre de ese mismo año logró fugarse junto con otros compañeros cuando estaban siendo trasladados a un tribunal en Fuerte Tiuna, alegando condiciones de tortura y constantes amenazas contra su integridad.
Durante su periodo de clandestinidad, se refugió en Chile, donde solicitó asilo político y recibió el respaldo del gobierno chileno, que le otorgó el beneficio a finales del año pasado. Actualmente, residía en la localidad de Independencia junto con su pareja, su hijo de 4 años y su hermana.
El Ministerio de Defensa venezolano, en febrero del 2018, anunció su degradación y expulsión de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, junto con otros 10 militares, por supuestamente estar implicados en conspiraciones y acciones criminales contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Aunque en Chile participó en algunas protestas para exigir el respeto de los derechos humanos en su país y hacía duras críticas al régimen venezolano a través de sus redes sociales, su nombre volvió a resonar el 24 de enero de este año, cuando apareció nuevamente en una lista de oficiales degradados y expulsados de las Fuerzas Armadas por supuestos planes “criminales y terroristas”.
Recientemente, informaciones sugieren que Ronald Ojeda Moreno ya habría sido trasladado a Venezuela, según declaraciones de Iván Simonovis, excomisario de la Policía Metropolitana de Caracas. Información extraoficial señala que las personas involucradas en el hecho pertenecen a la Dirección General de Contrainteligencia Militar, un brazo ejecutor del régimen socialista.
“Están altamente preparados y entrenados”
Javier Ojeda, en la misma entrevista con Factores de Poder, describió la expresión corporal de su hermano: “Él sale erguido, sale como si no lo estuviesen intimidando, pero, aparte, está manejando la situación. Esa serenidad, yo lo conozco, es una serenidad con inteligencia; no es una persona que está secuestrada y está bloqueada. Él sabía a qué se estaba enfrentando nuevamente y cómo manejar la situación perfectamente”.
Agregó que probablemente Ronald Ojeda quiso alejar rápidamente a los secuestradores de su círculo familiar, por lo que contribuyó a salir de su residencia con el objetivo de que no le hicieran daño a su hijo y a su esposa, quienes se encontraban con él en ese momento.
“Según lo que conozco, estas personas (los secuestradores) rápidamente lograron abrir la puerta, porque obviamente están altamente preparados, se nota y nosotros conocemos, no por ser venezolanos, pero sí. Las características son muy notorias, se ve que las personas están entrenadas. No se ve que son personas cualquieras”, manifestó Javier.
De acuerdo con sus declaraciones, su hermano estaba en la cama aún cuando los sujetos “destruyeron” la puerta y lograron ingresar al apartamento. En eso, la esposa del exmilitar se encontró con uno de los secuestradores y comenzó a gritar y él la apuntó con un arma en la cabeza. “Mi hermano, como lo conozco, prefirió no decir absolutamente nada, no hacer absolutamente nada, porque podría ser peor. Y también por el miedo porque el niño estaba ahí”, agregó.
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