Agencias;– El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó este jueves una resolución para regular el uso de los celulares en las escuelas porteñas con el fin de “mejorar la calidad de la enseñanza y favorecer el desarrollo de los chicos y adolescentes”.
La medida del Ministerio de Educación anunciada por el jefe de gobierno, Jorge Macri, establece que en las escuelas primarias y los jardines de infantes los estudiantes no pueden usar celulares durante las clases ni en los recreos. En las secundarias, los teléfonos deben estar guardados durante las horas de clase “excepto en las actividades pedagógicas planificadas”
La iniciativa está alineada con el informe más reciente de la Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de la UNESCO sobre educación y tecnología, publicado en 2023. Este informe destacó que “los datos de evaluaciones internacionales a gran escala, como los ofrecidos por el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), sugieren una relación negativa entre el uso excesivo de las TIC y el rendimiento de los estudiantes”.
Varios países, como Francia, Italia, Bélgica y Países Bajos ya prohibieron el uso de estos dispositivos en las aulas. En tanto en España, el Reino Unido y Alemania la decisión queda a cargo de las instituciones educativas o las regiones autónomas.
Qué dicen los pediatras sobre el uso del celular en niños
El teléfono celular es una gran fuente de distracción y estímulos visuales para los niños (Imagen ilustrativa Infobae)
En Argentina, según había informado Infobae, al menos unos 30 colegios en Capital Federal y el corredor norte de la provincia de Buenos Aires habían decidido sacar el celular de las aulas y los recreos durante la jornada escolar. Los dispositivos permanecen en una especie de locker con llave y los chicos los retiran al final del día.
Consultada por este medio acerca de la medida, la médica pediatra especialista en usos y efectos de las tecnologías de información y comunicación en niños y adolescentes y presidente de la Subcomisión de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Silvina Pedrouzo (MN 86.397) consideró que “es fundamental destacar que el tema de permitir o no el uso de smartphones en las escuelas no es simplemente abrir un debate sobre la presencia de dispositivos, sino que es un reflejo de la necesidad de concientización y educación sobre un uso saludable de la tecnología”.
Según la experta, “es crucial alcanzar la alfabetización digital en todos los niveles para poder hacer un uso saludable, con el fin de compartir los deberes de cuidado con las familias, educadores, sector privado y público”.
Y tras destacar que “la tecnología es esencial para acceder a información y educación”, reconoció que “su uso inapropiado puede afectar el rendimiento académico”.
“La decisión de prohibir o controlar el uso de los celulares en las aulas es compleja -opinó sobre lo anunciado por el jefe de gobierno-. Es importante encontrar un equilibrio mediante el uso controlado de celulares en actividades específicas, estableciendo normas claras y programas educativos para fomentar un uso responsable de la tecnología”.
Y agregó: “La conciencia digital, incluye la prudencia, el cuidado de su seguridad y privacidad en línea, el pedido de consentimiento al subir contenidos o etiquetar a otras personas, el control del tiempo y la verificación de la información, tener en cuenta todos estos aspectos es fundamental con el fin de educar ciudadanos digitales responsables”.
Cuáles son los efectos del uso del celular en las aulas
Para el licenciado Alejandro Castro Santander, psicopedagogo, especialista en gestión educativa y en gestión de la Convivencia Social y Escolar, “el celular es un fuerte distractor, especialmente para los adolescentes, y no contribuye demasiado, ya que crea la posibilidad de no estar atentos durante una clase”.
Gisela Rotblat es médica psiquiatra infantojuvenil y jefa del Servicio de Salud Mental Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires (MN 111.628) y si bien consideró en diálogo con Infobae que el uso del celular “no es favorable para el buen desempeño de los alumnos en el plano de la concentración y la socialización”, admitió que “es muy difícil poder controlarlo en la medida que esté a disposición de los alumnos”.
En ese sentido, evaluó que “lo más acertado sería limitar el uso del celular en las escuelas”.
La experta reconoció que “los resultados de restringir los dispositivos en el ámbito escolar fueron muy positivos para el desempeño de los chicos en el aula y también a nivel de la sociabilización”, pero aclaró que “esto no es sinónimo de limitar el uso de la tecnología en el ámbito académico; se puede hacer uso de la tecnología y obviamente tiene sus beneficios, pero no el uso del celular de manera recreativa y como forma de comunicación entre los alumnos en el colegio”.
Acerca de las contras del uso de este tipo de dispositivos en el ámbito académico, Castro Santander consideró que “el exceso de estímulos puede afectar directamente con problemas de atención”.
Según destacó, “estudios lo relacionan (al uso de pantallas en la infancia) con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad por eso sugieren retrasar el contacto con las pantallas hasta los 12 años”.
Al respecto, el psicólogo y colaborador de Manos Libres -un colectivo de padres que propone formar comunidades y pactos entre familias para poder bajar la presión social del uso de smartphones en la infancia- Sebastián Ibarzábal (MN 42.413), afirmó que “los niños de hoy tienen dificultades para mantener la atención y concentrarse, no necesariamente debido a un trastorno de déficit de atención, sino porque están acostumbrados a cambiar de estímulo constantemente. Cuando necesitan sentarse y enfocarse en un tema o resolver una tarea durante un período prolongado, les resulta complicado”.
No son pocos los expertos que aseguran que el uso de teléfonos celulares desde edades cada vez más tempranas afecta el desarrollo de habilidades sociales esenciales que se adquieren jugando e interactuando con los pares cara a cara.
En ese sentido, acerca de cómo el uso de dispositivos puede causar problemas de socialización, Castro Santander agregó que “puede provocar aislamiento ya que, aunque haya comunicación, es una comunicación distinta a la cara a cara”.