El expresidente estadounidense y candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump, regresó por primera vez a Pensilvania, luego el atentado contra su vida del pasado del 13 de julio y prometió volver a la localidad en la que fue herido y seguir haciendo concentraciones al aire libre.
Trump solo usó sus primeros minutos en Harrisburg, capital de Pensilvania, para recordar el atentado de Butler en el que fue alcanzado por una bala en la oreja derecha, y donde falleció uno de sus simpatizantes: “no debería estar aquí hoy”, aseguró el exmandatario.
Prometió regresar a Butler
El candidato republicano prometió regresar pronto a Butler, y seguir organizando mítines al aire libre, algo que desde su atentado no ha realizado.
El republicano pidió un momento de silencio por la muerte de Corey Comperatore, la persona que murió en el público por los tiros de Thomas Crooks, un joven de 20 años que intentó asesinar al republicano y fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
Contra Harris
Después de ese momento de recogimiento, el republicano pasó al ataque contra Kamala Harris, frente a unos 14,000 asistentes en el New Holland Arena, un estadio pensado para ferias ganaderas y rodeos, que Trump comparó con el Madison Square Garden.
“Tras el tiroteo pensaron que iba a ser más agradable”, bromeó Trump, ante este grupo de votantes de una zona industrial a quien prometió eliminar los impuestos a las propinas y a quitar la financiación a escuelas con mandatos sobre vacunación infantil.
El expresidente volvió a usar la inmigración para azotar el miedo en esta campaña electoral, prometió bajo el aplauso del público, “la mayor deportación en nuestra historia” y criticó a los demócratas por permitir que grupos delictivos como el venezolano “Tren de Aragua” maten policías en Estados Unidos.
El republicano, que está empatado en las encuestas en el estado crucial de Pensilvania con Kamala Harris, afirmó que los demócratas “nos quieren convertir en un país comunista” y que están “reinventando” a su virtual candidata. “De repente es una nueva Margaret Thatcher”, la fallecida primera ministra conservadora británica, señaló.
Pidió voto anticipado
Trump expresó que su victoria en noviembre será “demasiado grande para defraudar”, mientras que en las pantallas se pedía a sus simpatizantes que votaran de manera anticipada, la práctica que hace cuatro años el exmandatario tildó de fraudulenta, y que ahora es vital en uno de los primeros estados del país en comenzar a votar por correo y por adelantado.
Asimismo, tachó a su probable rival en las elecciones presidenciales de “antiamericana” y “izquierdista radical”, pocas horas después de haber sugerido en Chicago, frente a una congregación de periodistas negros, que comenzó a usar su identidad afroamericana con motivo electoralista.
“Harris controlada por los donantes”
La Casa Blanca señaló que esos comentarios fueron “repulsivos”, y poco antes de que Trump subiera al escenario en Harrisburg, los organizadores insistieron en esa polémica al proyectar titulares de prensa que definían a Harris como la primera senadora indio-americana, incidiendo en esa caracterización, pese a que la vicepresidenta ha presumido públicamente de su herencia negra e india.
Trump agregó que Harris está controlada por los donantes que la colocaron, pero hay en un proceso de primarias en el que según anexó obtuvo “cero votos”. “A mi no puede comprarme ni controlarme como a ella”, indicó.
Kamala Harris se someterá al voto de los delegados del partido elegidos en el proceso de primarias a partir del 1 de agosto y podría ser confirmada como nominada del Partido Demócrata para enfrentarse a Donald Trump antes del día 5 de agosto.
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