Thomas Crooks, el joven estudiante que pretendía asesinar a Donald Trump, tuvo al menos ocho oportunidades para aniquilarlo antes de ser abatido por agentes del FBI.
Durante una audiencia en la Cámara de Representantes, Christopher Paris, comisionado de la policía estatal de Pensilvania, les describió a los legisladores parte de las comunicaciones entabladas entre los miembros del Servicio Secreto y las fuerzas de seguridad locales previo al atentado que sufrió Donald Trump en Butler, Pensilvania.
El funcionario reveló cómo, inexplicablemente, dos oficiales de la Unidad de Servicios de Emergencia del Condado de Butler, una fuerza táctica con capacidad de francotirador, abandonaron sus puestos en un edificio para salir a buscar a un individuo sospechoso que detectaron, al cual nadie parecía estar interesado en por lo menos detener para revisarlo.
A la postre, se concluyó que el sujeto en cuestión era Thomas Crooks, autor de los disparos que le volaron parte de la oreja derecha al expresidente, hirieron a otras dos personas y le quitaron la vida a una tercera.
Al respecto, Dan Bishop, representante republicano de Carolina del Norte, cuestionó directamente a Paris.
“Entonces, ¿está usted diciendo que, según su conocimiento, esos agentes de la ESU abandonaron el lugar desde donde podían mirar por la ventana para ir a buscar a esta persona?”
Y en respuesta, el comisionado de policía estatal no dudó en corroborar sus señalamientos.
“No quiero establecer un cronograma minuto a minuto porque aún no lo tenemos, pero eso es lo que tengo entendido”, expresó.
Otro dato que exhibe errores u omisiones en el protocolo de seguridad implementado alrededor del exmandatario de la nación surgió del descubrimiento de los casquillos hallados cerca del tirador abatido por agentes del FBI, pues al ser ocho indican el amplio margen que tuvo Thomas Crooks para intentar, sin éxito, quitarle la vida a Donald Trump.
“En algún momento, cuando el tirador utilizó el telémetro, la sospecha de que podría significar una amenaza aumentó”, señaló Christopher Paris.
Los errores en el operativo generaron una ola de severas criticas hacia Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto, quien no las soportó y optó por presentar su renuncia.
Sigue leyendo:
• El Servicio Secreto sugiere a Trump evitar mítines al aire libre
• Grupo especial investigará el intento de asesinato que sufrió Trump
• Directora del Servicio Secreto renuncia después del intento para asesinar a Trump
