Santiago.- Según Elvin Domínguez, uno de los abogados de los dos hombres detenidos durante la Operación Flor de Loto, por explotación sexual de 45 mujeres colombianas y venezolanas, aseguró que las extranjeras viajaron a República Dominicana de manera voluntaria a realizar trabajos de prostitución.
El jurista destacó que la dicha actividad no es penada en el país.
Domínguez también expresó que en la acusación del Ministerio Público no hay elementos como el «engaño», «violencia», «amenazas», entre otros acciones sobre la trata de personas, como está basada la acusación.
El Ministerio Público depositó el pasado sábado la instancia de solicitud de medidas de coerción en contra de los cabecillas de una estructura que reclutó a mujeres para explotarlas sexualmente, en la ejecución de la Operación Flor de Loto con la cual rescató a 45 víctimas colombianas y venezolanas, en allanamientos ejecutados en varios residenciales del sector Gurabo, al norte de esta ciudad. La medida está fijada para conocerse mañana lunes 15 de julio.
Luego de varios meses de seguimiento y vigilancia, para irrumpir en las entrañas de la estructura y conocer su modus operandi, la Fiscalía de Santiago y la Procuraduría Especializada Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y la Trata de Personas, con el apoyo de la Policía Nacional, lograron rescatar a las cuarenta y cinco mujeres, cuarenta y tres de ellas de nacionalidad colombiana y dos venezolanas, a quienes los tratantes y proxenetas mantenían cautivas en varios apartamentos ubicados en los residenciales Molina VI y Tecasa Dorado II, V y VI, de Los Rieles de Gurabo, en donde eran explotadas sexualmente.
Con la ejecución de unos 15 allanamientos las autoridades pudieron constatar que se trata de una bien estructurada organización del crimen, integrada por los imputados Junior David Matos Monegro (Junior) y Estarly Almánzar Pérez, quienes viajaban a Colombia para seleccionar y reclutar a sus víctimas, costeando procesos migratorios y de vivienda, atando con esta deuda a las víctimas, que debían ejercer labores sexuales bajo condiciones dispuestas por ellos, para poder saldar la deuda.