El presidente Joe Biden declaró una zona de “desastre importante” al estado de Texas tras el paso de la tormenta tropical Beryl.
Esta medida, anunciada por la Administración Demócrata, desbloqueará fondos federales para ayudar a las labores de reconstrucción de infraestructura, como apoyar la necesidad más fundamental de las personas afectadas.
Durante una entrevista realizada por el diario The Houston Chonicle, el primer mandatario afirmó que la distribución de ayuda de emergencia en Texas se vio retrasada porque la Casa Blanca no podía comunicarse con el Gobierno local del estado sureño.
Biden mencionó que tuvo problemas para ponerse en contacto con el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, para obtener el papeleo necesario para el proceso de declarar el desastre.
Abbott está desde el viernes pasado en una gira por el este de Asia, que tendrá una duración de 8 días, para promover inversiones en su estado. Asimismo, el vicegobernador, Dan Patrick, quedó encargado del Gobierno estatal.
Beryl, una tormenta tropical que ya está degradada y que tocó tierra el lunes como huracán en Texas, ha dejado ocho víctimas mortales, siete en el estado y una en Luisiana.
En este sentido, más de dos millones de habitantes sigue sin servicio eléctrico en toda la entidad sureña, incluyendo Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, debido a los daños causados a su infraestructura.
CenterPoint Energy, el proveedor más importante de electricidad de Houston, manifestó que los clientes deberán esperar algunos días para que se restaure la energía eléctrica, lo que representa un escenario peligroso particularmente para ancianos, personas con enfermedades crónicas, los niños y aquellos que no tienen refrigeración adecuada.
Beryl, ahora es un sistema postropical, que todavía traerá consigo fuertes precipitaciones que avanza hacia el noreste de Estados Unidos.
Sigue leyendo: