Una de las prendas de vestir más emblemáticas, versátil, elegante y que nunca debe faltar en el closet de una mujer es la camisa blanca, esta forma parte importante en el fondo del armario y es una pieza clave a la hora de combinar atuendos.
Aunque en sus orígenes las camisas blancas eran utilizadas única y exclusivamente por hombres, con el trascurrir de los años han sido asumidas por las féminas quienes le han dado un cambio radical, desde mangas bombacha, cuellos voluminosos, hasta las clásicas que estilizan y dan un aire fashion o elegante a cualquier silueta.
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No obstante, esta pieza tan útil tiene una historia muy interesante y que se remonta a finales del siglo XIX, en esta época se consideraba una prenda exclusivamente masculina, pero las mujeres se adueñaron de ella a partir del siglo XX como símbolo de igualdad y empoderamiento.
Las precursoras
Las primeras mujeres a las que se les atribuye el atrevimiento de portar una camisa blanca o una prenda masculina, fueron Coco Chanel y luego a Marlene Dietrich quienes la hicieron parte de sus atuendos desafiando las normas estrictas de una sociedad clasista. Este estilo irreverente contrarrestaba las normas de la época, pero fue fundamental para trazar el camino que les permitiría a las mujeres lucir prendas exclusivas para el género masculino.
La camisa blanca y sus cambios a lo largo de los años
Hay que mencionar los cambios que ha experimentado esta prenda a través del tiempo, convirtiéndose en un elemento básico y útil del fondo de armario femenino, ya que se adapta a los estilos y tendencias que impone la moda. De ahí que las camisas han trascendido y superado todas las décadas posicionándose en el primer lugar del closet. En 1920 desfiló con los cuellos altos hasta las camisas oversize de los años 80, la camisa blanca ha demostrado su versatilidad y capacidad para reinventarse.
Utilizada como símbolo de empoderamiento:
Más allá de una simple prenda de vestir, la camisa blanca se ha convertido en un símbolo de empoderamiento femenino. Ha sido utilizada por mujeres de todos los ámbitos de la vida para expresar su individualidad, fuerza y profesionalismo.
No obstante, para la década del 60 fue donde tuvo su mayor impulso al lograrse la inclusión de la mujer al mundo laboral, mientras que en Norteamérica, durante la década de los 80, las féminas buscando su espacio y trabajando para escalar en el mundo laboral e igualar sus capacidades con la de los hombres, empezaron a utilizar y adaptar a su figura algunas prendas de vestir masculinas como son los traje sastre incluyendo la camisa blanca, que incorporaron sin desenfado de forma paulatina en sus atuendos.
Mujeres que inspiran y apasionan en el mudo con sus looks que incluyen camisas blancas
Una de las figuras emblemáticas que ha trazado pautas en la moda con sus camisas blancas es Carolina Herrera, su imagen impecable, elegante y desenfada es un ejemplo de cómo portar una prenda blanca en diferentes ocasiones, Michelle Obama, también acostumbraba a utilizar esta pieza para eventos importantes, la actual vicepresidenta dominicana Raquel Peña la ha utilizado tanto en eventos oficiales como en actividades informales, incluso con pantalones jeans, hemos visto como la camisa blanca forma parte de la imagen pública de muchas mujeres líderes, proyectando confianza, inteligencia y liderazgo.