Se dice que mientras más cerca están dos corazones más bajito se hablan, otros se miran, comunicándose sin mediar palabras. Algunos aunque lejos, nunca están distantes, mirando una foto o un post entienden todo. Cual amigos verdaderos reconocen lo que esconde una sonrisa o un “estoy bien”. No obstante otros, cuyos corazones viven al límite, requieren de un mediador, un doliente que sepa exponer la otra cara de la crisis, un amigo con cabeza fría y las mejores intenciones.
Jesús dijo: “Quien no recoge conmigo, desparrama” y hacerlo implica saber bien que hay desgracias que nos unen pero bendiciones que nos separan.
Al mediar siempre recuerda esto: “Las palabras sin pensar, disparan reacciones, matan posibilidades, hieren relaciones y desbaratan oportunidades”.