En un primer examen, los médicos del Western Health Footscray Hospital, Melbourne, observaron que la abertura de la uretra de este hombre de 72 años estaba teñida de negro por el líquido corrosivo que puede tener este tipo de pilas.
El hombre alegó que acudió al médico luego de que sintió que no podía orinar de manera correcta y luego comentó que se introducía pilas para complacerse de manera sexual.
Luego del primer exámen, el hombre fue remitido para una cirugía, pues los médicos sospechaban que podría tener un daño más profundo y fue sometido a anestesia general para poder retirar las batería sin que sintiera dolor.
Cada una de las baterías estaba recubierta con un “material negro parecido al alquitrán” y la uretra del hombre había sufrido quemaduras “extensas”, escribieron.
Los médicos determinaron que la reconstrucción tardaría la menos tres meses
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En medio de la intervención, los médicos también descubrieron que el australiano habría sufrido una necrosis y que parte de su prepucio había quedado atrapado por las baterías al interior de su pene.
Los médicos también notaron que habría sufrido quemaduras extensas en la parte exterior de su pene.
Luego de finalizada la intervención, le dieron antibióticos y tres días después el hombre regresó al médico alegando que tenía su miembro hinchado y, nuevamente, estaba secretando un líquido negro.
El hombre de 72 años fue sometido a una nueva cirugía y en esta salió una gran cantidad de pus, porque el hombre tenía tejido muerto dentro de su uretra.
Ahora, este hombre tendrá un catéter semipermanente para ayudarle a orinar debido a sus lesiones y tendrá que ser cambiado de manera constante. Los médicos también le ofrecieron una reconstrucción completa de su pene y estimaron que le llevaría hasta nueve meses recuperarlo.
