Por Génesis García. Entre los sectores que se podrían ver afectados en una posible reforma fiscal, es el turismo y la inversión extranjera.
El país, que, hasta el momento, mantiene un clima abierto para los inversionistas, con acompañamientos, igualdad de trato, garantías gubernamentales, así como incentivos.
De los cuales los inversionistas gozan de importantes bonificaciones, lo que favorecen y aseguran las inversiones. Ciertamente, la Ley 158-01, de Incentivo Turístico, modificada por la Ley 195-13, otorga amplias exenciones fiscales, por períodos de hasta quince años, para proyectos nuevos que cumplan con los requisitos establecidos.
Estas exenciones benefician de forma directa a inversionistas que decidan ejecutar; instalación, construcción, remodelación entre otras en el sector hotelero.
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Una de las exenciones de las que disfrutan los inversionistas, es que, a los hoteles y resorts ya existentes, que cuentan con más de cinco años de construidos se benefician de una exención total del pago del impuesto de transferencia de bienes industrializados y servicios (ITBIS) sobre los equipos, materiales, maquinarias y bienes muebles necesarios para la modernización y renovación de sus instalaciones.
Además, los hoteles y resorts con más de quince años de construidos que se reconstruyan o remodelen en más del 50 % de sus instalaciones pueden aprovechar las mismas exenciones impositivas que los proyectos nuevos.
Por otro lado, las personas físicas y las empresas podrán deducir de su impuesto sobre la rente hasta un 20 % de las ganancias anuales que inviertan en un proyecto turístico aprobado.
Otro sector que se puede ver afectado son los contribuyentes bajo el Régimen Simplificado de Tributación (RST), quienes en su mayoría son emprendedores o microempresarios.
A lo que, Rosanna Ruiz, presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos Múltiples (ABA), hizo mención del sector al ser consultada con el tema reforma fiscal, destacando la importancia de simplificar la fiscalidad para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), con el objetivo de fomentar su formalización y facilitar su cumplimiento tributario.
La representante de la asociación considera crucial reordenar el gasto público y promover alianzas público-privadas para financiar infraestructuras y obras productivas que impulsen el crecimiento económico de manera sostenible.
Por tanto, la ABA se muestra en disposición y con el compromiso de contribuir en la mesa de concertación para la elaboración de un gran pacto fiscal que sea fundamental para el desarrollo económico y social del país.
Qué dicen los empresarios
Julio Virgilio Brache, quien es el presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), se ha referido al tema con la inquietante de que espera que la reforma no afecte el sector productivo del país y le permita seguir trabajando y creando empleos. ´´
Puntualizó que antes de hablar de reforma se debe cerrar los baches que aún hay, como lo es el tema eléctrico.
“Hay que ver cómo se maneja y se mejora la eficiencia de la transmisión eléctrica, la pérdida en conductividad, cómo se mejora la recaudación de las instituciones o personas que no están pagando ahora mismo. Ese es otro tema que tenemos que ver. Destacando que era más prioritario que la reforma.
Por otro lado, la Asociación Nacional de Agencias Distribuidoras de Vehículos (Anadive), ve como preocupante el posible aumento en impuestos que traería una reforma fiscal a vehículos usados, catalogándolo como “un duro golpe a la clase media” y una medida que favorecería a los importadores de vehículos nuevos.
La asociación externó su respaldo a una reforma fiscal que sea “integral, justa y equilibrada” en la que no se vulnere a la clase trabajadora ni se perjudique a un sector en beneficio de otros sectores.
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La opinión de expertos
La economista y exsubdirectora de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Germania Montás, en una entrevista que diera al periódico Diario Libre, consideró indispensable que las autoridades analicen primero la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 (END 2030) para luego avanzar con las propuestas de reforma fiscal en el país.
La experta en economía entiende que, la solución podría estar en la gestión y no solo en los recursos.
“Lo ideal sería que la referida ley fuera revisada a fin de adecuarla con metas y objetivos más realistas, de acuerdo con la realidad actual que ha sufrido cambios importantes que se derivan, en parte, de los efectos de la pandemia y del propio retraso del cumplimiento de la ley”
Además, enfatizó que en estos momentos las finanzas públicas requieren de mayores ingresos, por lo que es necesario aumentar la presión tributaria a través de la reforma fiscal.
Por su parte, el economista y matemático Jaime Aristy Escuder, en su artículo “Hacia un sistema impositivo óptimo”, publicado en Diario Libre, señala que la reforma tributaria debe ser equitativa y evitar medidas regresivas a menos que los contribuyentes de menores ingresos sean compensados.
Dijo que la reforma también debe promover la equidad horizontal, para que así dos contribuyentes con el mismo nivel de ingresos o consumo paguen la misma cantidad de impuestos.
Añadió que diversos estudios revelan que, si la República Dominicana tuviese un nivel de eficiencia similar al promedio de la región, las recaudaciones del Itbis y del impuesto sobre la renta de personas físicas y jurídicas pudieran aumentar hasta en cuatro puntos porcentuales del producto interno bruto.