Un estudio en Antimicrobial Resistance & Infection Control, de BioMed Central, evaluó el uso de antibióticos en hospitales pediátricos de América Latina y encontró que hasta un 36.5 % de las prescripciones contenían errores, siendo los más comunes la duración incorrecta del tratamiento y errores de dosificación.
Alerta ante esta realidad, la Sociedad Dominicana de Pediatría organizó un encuentro de actualización para orientar a los galenos sobre el uso correcto de estos medicamentos, así como la correcta aplicación de los tratamientos en casa.
“Es muy importante que aprendamos a usar los antibióticos de manera racional. Utilizar antibióticos solo si tengo la confirmación de una infección causada por bacterias y, sobre todo, muy importante, si están indicados por un facultativo”, aseguró Carmen Sarah Mota, infectóloga pediatra y ponente invitada.
“En el caso específico de los niños, la mayoría de sus infecciones son producidas por virus y probablemente no necesiten más que tratamiento sintomático“, agregó.
La especialista hizo referencia a informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entidad que ha estimado que de 20 a 50 % de los antibióticos se indican indiscriminadamente.
“El uso de antimicrobianos de manera excesiva no solamente produce resistencia ante las bacterias, sino que se ha relacionado con problemas como la alteración de microbiomas, incluso, en niños recién nacidos que utilizaron antibióticos de amplio espectro en los primeros días de sus vidas, se ha encontrado que pueden desarrollar diabetes, síndrome metabólico, alergias y otras complicaciones no relacionadas con la infección“, explicó Mota.
Dentro de la lista de patógenos prioritarios por su elevada resistencia a los antibióticos se encuentran: el estreptococo grupo A, estreptococo grupo B y el neumococo, los cuales causan enfermedades frecuentes en niños y muestran aumento de resistencia a antibióticos, como los macrólidos y las penicilinas.
La pediatra pidió a sus colegas profundizar y evaluar en la medicación adecuada para cada paciente, acorde a su necesidad.
Completar tratamientos
Mota destacó la importancia de concientizar a las familias sobre la relevancia de completar los tratamientos en el uso, horario y dosis correcta para evitar reincidencias o complicaciones en el paciente.
En el caso de los parientes, la doctora afirmó que el grave problema radica en la autoprescripción y medicación, lo que incide en una mejora temporal, pero, crea una resistencia bacteriana que le impide al paciente superar su afección de manera satisfactoria.
“El uso indiscriminado de antibióticos es un problema de gran preocupación, ya que la resistencia a las bacterias y microorganismos a los antibióticos hace que estos patógenos sean difíciles de tratar. No se trata solo del uso del medicamento, sino de eliminar el agente causal, por eso es muy importante que aprendamos a manejarlo de manera racional”, argumentó la experta.
Infecciones respiratorias son las más frecuentes
La infectóloga comentó que las enfermedades respiratorias de la vía superior (rinitis, faringitis, otitis, gripe) son las causas más frecuentes para el uso de antibióticos en la niñez. Sin embargo, recomienda que solo se utilicen si se cuenta con la confirmación de una infección causadas por bacterias, no por virus.
“Muchos padres, sin consulta previa, indican antibióticos a sus niños cuando tienen indicios de enfermedades que pueden ser virales; en otros casos, cuando los medicamentos están indicados, en la mayoría de las ocasiones no conllevan un uso adecuado debido a que, al ver mejoría del niño, con frecuencia, los familiares suspenden el tratamiento o no son estrictos en la dosificación. Esto también puede generar resistencia al antibiótico”, aclaró.
Mota recalcó que es esencial enfatizar en las familias la culminación del tratamiento para garantizar la eliminación de la bacteria y no solo debilitarla.
“Si se busca rebasar la enfermedad es fundamental el cumplimiento de los días y dosis indicadas por su médico”, señaló.