Por Carlos Arturo Guisarre. Santo Domingo.- Una readecuación integral del Código de Trabajo de República Dominicana es una tarea pendiente del gobierno que se inaugura el próximo 16 de agosto, de acuerdo con Pedro Rodríguez, vicepresidente ejecutivo de la Confederación Patronal de la República Dominicana (COPARDOM).
“El Código de Trabajo representó un valioso instrumento en la década de los años 1990, contribuyó con el desarrollo de las relaciones entre trabajadores y empleadores, así como también facilitó la gobernabilidad a través de un clima de paz laboral que nos diferencia de otras regiones y países. Luego de más de 30 años de su implementación, el Código de Trabajo perdura en un país extraño a aquel en el que nació. Existe, hoy día, una sociedad que ha dado grandes saltos en términos sociales y económicos”, expresó Rodríguez, en declaraciones por escrito sumistradas a N Digital.
En torno a la readecuación, el vicepresidente ejecutivo de COPARDOM entiende que los cambios deben orientarse hacia corregir varias distorsiones procesales, facilitar la concertación de acuerdos entre los involucrados en el conflicto, flexibilidad en la jornada de trabajo para que sectores productivos tengan oportunidad de mantener sus niveles de eficiencia y productividad, y revisar los costos derivados de la relación de trabajo.
“Según cifras en revisión continua, generadas por el proyecto Sistema Integral de Administración Laboral (SIAL), el país mantiene la carga social más alta entre los países suscriptores del DR-CAFTA. De cada 10,000 pesos DOP pagados como salario, tenemos cargas sociales por 6,500 pesos DOP, es decir un 65 por ciento aproximadamente. En el tiempo, esta situación es insostenible”, declaró Rodríguez.
También habla de combatir la informalidad, cuya incidencia en el país se refleja en la existencia de más de 250 mil empresas de mediato tamaño y escasa productividad. “Los sectores donde ha aumentado de manera significativa el empleo en los últimos años están en mayor frecuencia asociados con baja productividad y precarias condiciones laborales”, plantea COPARDOM.
“La mayoría reconoce que los trabajadores de este sector están constituidos por los excluidos de puestos de trabajo mejor remunerados y protegidos en el sector formal. De acuerdo al Banco Central, las actividades productivas en el sector informal bordean el 57%. Sobre este tópico, consideramos que no permite competir en igualdad de condiciones; fomenta la desprotección; crea una distorsión del mercado; provoca actividades anónimas; incentiva la necesidad de regularización de la mano de obra extranjera; y propicia las operaciones no reguladas, carentes de registro y fiscalización.
COPARDOM propone, para combatir la informalidad, capacitar e identificar las necesidades con el INFOTEP y las universidades; realizar un estudio de costos de la informalidad para diseñar campaña de concientización, apoyada por lobbying para colocar el tema como agenda nacional; formación de la mano de obra nacional; crear incentivos para establecer e integrar MIPYMES en suplidores, mediante capacitación en presentación de proyectos, metodología de creación de MIPYMES y su integración a la cadena de valor; y disminuir incentivos para la informalidad, mediante reformas estructurales (laboral, eléctrica, tributaria, gasto público) y tarifas diferentes para las empresas formales. Planes de Trabajo en coordinación con el gobierno.
Igualmente, Rodríguez afirmó que el próximo gobierno tiene un desafío en educación, ya que es obligatorio abordar el impacto de las TICs en distintos sectores.
“En el sector educativo, en todos los niveles, educación primaria, secundaria y superior, y a su vez en los diversos procesos de aprendizaje que se deben contemplar precisar con claridad qué entendemos por educación y qué no lo es; educar desde la ética, con principios fundamentales como la responsabilidad, la solidaridad, el respeto, el compromiso, entre otros; instruir en el espíritu crítico; y orientar desde el aprendizaje, haciendo progresos en la igualdad de oportunidades, equidad e inclusión”, señaló el vicepresidente ejecutivo de COPARDOM.
Igualmente, el gremio patronal opina que, en torno a la educación, es relevante mejorar la formación del profesorado mediante la profesionalización docente y el restablecimiento de su autoridad; comprender que los espacios educativos deben estar abiertos a la comunidad educativa en general y a la sociedad; resaltar la importancia que tiene el manejo de las emociones a través de la educación emocional en los diversos procesos de aprendizaje, siendo esta vital como seres sociales que somos; y subrayar la importancia de la educación ambiental, en virtud del mundo cambiante que se avizora para un nuevo milenio.
Otro aspecto que debe priorizar el próximo es lo relativo al futuro del trabajo, en especial el impacto de las nuevas tecnologías en el empleo y sus efectos económicos, sociales, políticos y culturales que está “alcanzando una magnitud y una velocidad impensables”. Rodríguez afirmó que “cada día se publican nuevos estudios que alertan sobre la destrucción de empleo y, al mismo tiempo, la creación de nuevos puestos de trabajo. Mientras tanto, en República Dominicana el tema no ha sido profundizado aún, a pesar de que su impacto será sustantivo”.
Al margen de cualquier aproximación o proyección que se haya realizado a nivel internacional, COPARDOM consideró que las competencias de hoy no se ajustarán a los trabajos de mañana y que las competencias adquiridas hoy podrían quedar desfasadas rápidamente. “Ante ello, es recomendable iniciar la evaluación de qué implica el fenómeno de la incorporación de la tecnología en los procesos de producción de bienes y servicios”.
En tal caso, el gremio propone medir los cambios en curso, educar y capacitar para desarrollar nuevas habilidades, la protección social ante cambios en la relación de trabajo, anticipar cambios y tendencias, además del diálogo entre gobierno, trabajadores, empresas, y otros actores para determinar políticas requeridas en el futuro.