El hombre que atacó con un martillo en la cabeza al marido de Nancy Pelosi, exlíder de la Cámara de Representantes estadounidense, fue condenado este viernes a 30 años de prisión.
A David DePape, de nacionalidad canadiense, lo había declarado culpable un jurado federal el pasado noviembre, tras irrumpir en octubre de 2022 en la casa de los Pelosi en San Francisco y golpear a Paul.
El jurado, reseñó la agencia de noticias Efe, encontró culpable a DePape de agredir a un familiar directo de un funcionario federal y de intento de secuestro de un alto cargo, delitos por los que enfrentaba una pena máxima de 50 años de cárcel.
DePape afirmó que su intrusión en la casa en el vecindario de Pacific Heights formaba parte de un complot para secuestrar a Nancy Pelosi e interrogarla sobre una supuesta conspiración corrupta.
Este no es el único juicio que DePape enfrentará, ya que en los próximos días comenzará el proceso estatal por cargos como intento de asesinato, agresión con arma mortal y abuso de personas mayores.
Nancy Pelosi pidió al tribunal una sentencia “muy larga” en una carta dirigida a la corte, mientras que Paul Pelosi relató en otra misiva que todavía sufre secuelas por el ataque.
“Camino lentamente y tengo problemas de equilibrio. Casi todos los días tengo dolores de cabeza que se convierten en migrañas a menos que se traten rápidamente”, escribió.
El 28 de octubre de 2022, Paul Pelosi dormía cuando DePape irrumpió en la habitación preguntando “¿Dónde está Nancy?”. Al responder que se encontraba en Washington, el sujeto decidió atarlo.
Paul aprovechó un momento para llamar a la Policía y cuando los agentes llegaron, el agresor lo golpeó en la cabeza con un martillo.
El esposo de la legisladora demócrata resultó gravemente herido y fue llevado al hospital, donde lo sometieron a una operación por una fractura de cráneo.
Durante el juicio en San Francisco, se reveló que DePape actuó influenciado por teorías de la conspiración de ultraderechistas simpatizantes del expresidente Donald Trump.
Su plan inicial era secuestrar a Nancy Pelosi y torturarla con un martillo hasta que confesara su implicación en supuestas tramas de corrupción en Washington. Según el detenido, nunca fue su intención golpear al marido de la legisladora y lo hizo por impotencia al sentir que su plan fracasaba.
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