El campus de la Universidad de California en Los Ángeles se llenó este miércoles de atención y violencia luego de un ataque la noche previa en contra del creciente grupo de manifestantes pro-Palestina que se encontraba instalado en un campamento en el corazón de la universidad. Decenas de personas llegaron la noche del martes y golpearon algunos de los manifestantes que desde el jueves de la semana anterior comenzaron a acampar frente al emblemático Royce Hall como protesta contra los ataques de Israel sobre Gaza.
El ataque ocurrió ante una muy limitada presencia de elementos de seguridad en el campo, durante la tarde las autoridades universitarias ordenaron disolver el campamento de manifestantes, las clases en el campus ya habían sido suspendidas para entonces y conforme pasaron las horas empezó a haber mayor movilización de policías que llegaron por cientos según cálculos de reporteros en la escena.
Alrededor de las 4 de la mañana de este jueves los oficiales empezaron a desalojar el campamento de manifestantes, se realizaron decenas de arrestos y muchos contratiempos mientras el operativo masivo continuaba.
Fue hasta varias horas después que empezaron a llegar policías a UCLA y eventualmente se resguardó el orden, además de manifestantes fueron atacados otros miembros de la comunidad Universitaria, incluyendo algunos guardias.
Gene Block, rector de UCLA, calificó los incidentes como un capítulo oscuro en la historia del campus y aseguró que se conducirá una profunda investigación que podría llevar a arrestos, expulsiones y despidos.
Los incidentes en UCLA se suman a los ocurridos en días recientes en otras universidades a lo largo del país.
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