Un reciente estudio publicado en la revista JAMA Oncology por investigadores de la Universidad de Sídney, Australia, encontró hallazgos prometedores en la lucha contra el cáncer. Según la investigación, realizar tan solo cuatro a cinco minutos de actividad física vigorosa diariamente podría reducir notablemente el riesgo de esta enfermedad en personas que generalmente llevan una vida sedentaria
Los tipos de cáncer identificados incluyen los de riñón, vejiga, estómago y pulmón. Esta conclusión surgió después de analizar datos de 22.398 adultos en una edad promedio de 62 años que no realizaban ejercicio físico.
El estudio sugiere que los participantes que incorporaron actividad física intensa intermitente en su estilo de vida (VILPA) por un promedio de 4,5 minutos al día, experimentaron una reducción del 32% en el riesgo de incidencia de cáncer, mientras que para aquellos que dedicaron entre 3,4 y 3,6 minutos al día, la reducción del riesgo fue de entre 17% y 18%.
La metodología de entrenamiento se denominó VILPA (ráfagas breves y esporádicas de actividad física vigorosa durante la vida diaria. Entre los ejemplos de actividades que se pueden considerar VILPA se encuentran subir escaleras rápidamente, cargar bolsas de compras pesadas, realizar tareas físicas del hogar, caminar rápido y jugar juegos de alta energía con niños, según el estudio publicado por FOX News
Los investigadores hacen énfasis en que VILPA puede considerarse como aplicar los principios del entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) a la vida cotidiana, ofreciendo una alternativa accesible para aquellos que encuentran difícil o poco atractivo el ejercicio estructurado. De acuerdo con Stamatakis, al implementar esta metodología, “el impacto potencial en la prevención del cáncer y una serie de otros resultados de salud es enorme”.
Emmanuel Stamatakis, profesor en el Centro Charles Perkins de la Universidad de Sídney y autor principal del estudio, destacó la importancia de esta investigación: “Es bastante notable ver que aumentar la intensidad de las tareas diarias por tan solo cuatro a cinco minutos al día, realizados en ráfagas cortas de alrededor de un minuto cada uno, está vinculado a una reducción general del riesgo de cáncer de hasta un 18%, y hasta un 32% para tipos de cáncer vinculados a la actividad física”.
No obstante, es crucial mencionar que la investigación es de carácter observacional y, por ende, no establece una causalidad directa entre la actividad física intensa y la reducción en el riesgo de cáncer. Además, un aspecto que podría influir en la interpretación de los resultados es el hecho de que el 96% de los participantes eran blancos, lo que plantea interrogantes sobre la aplicabilidad universal de los hallazgos a otras poblaciones.
Otro punto a considerar es la temporalidad en la recolección de datos, pues las respuestas sobre los niveles de actividad física se registraron 5,5 años antes de que los participantes comenzaran a usar dispositivos de seguimiento de actividad física, introduciendo una variable importante en el análisis del estudio.