El envite de tres grandes olas debido a un “fenómeno poco común” hizo que el barco turístico donde navegaban seis españoles, uno de ellos fallecido y tres todavía desaparecidos, naufragara el pasado viernes. Así lo ha indicado este martes Stephanus Risdiganto, director de la Marina de Labuan Bajo, desde donde se coordina el operativo de búsqueda de los españoles.
“La primera ola levantó al barco, la segunda hizo que se inclinara a un lado y la tercera lo hundió”, explicó el director, que estima en unos 2,5 metros por encima del nivel del mar la altura de las olas y asegura que este fenómeno duró entre 1 y 2 minutos antes de que las aguas volvieran a la calma. “Estas olas son inusuales e impredecibles”, ha subrayado.
De los 11 pasajeros del barco, siete fueron rescatados: dos españoles y cuatro tripulantes y un guía indonesios. Los equipos de búsqueda recuperaron este lunes el cadáver de una menor española, mientras que los tres que siguen desaparecidos son Fernando Martín, exfutbolista y entrenador del equipo femenino B del Valencia CF, y dos menores: un hijo de Martín y un hijo de su mujer, Andrea Ortuño, rescatada con vida.
Las autoridades de Indonesia suspendieron este martes la navegación turística en una vasta zona del este del archipiélago debido a condiciones marítimas adversas, incluyendo las aguas de la isla de Padar, donde buscan desde el viernes a los tres españoles desaparecidos tras el naufragio de una embarcación turística.
La Autoridad Portuaria de Labuan Bajo emitió esta prohibición de zarpe siguiendo una alerta de la Agencia de Meteorología (BMKG), que advierte de olas de hasta 2,5 metros de altura en aguas de Padar y otras islas cercanas, generalmente abarrotadas de turistas extranjeros.
“Se suspenden temporalmente los permisos de navegación para todas las embarcaciones turísticas (incluidas las lanchas rápidas) hasta que mejore el tiempo”, indicó el boletín oficial, en el que también se recomendó a los capitanes “buscar refugio” si el aviso les llega estando en el mar.
Las autoridades piden a las embarcaciones fondear o amarrar en zonas protegidas de olas altas y corrientes fuertes, con la tripulación y los motores en espera, así como contactar con la Capitanía de Puerto y la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate si el tiempo empeora.