La situación se intensificó durante la victoria de los Suns por 123-114 sobre los Pelicans el sábado. El base de los Pelicans, José Alvarado, se enredó con el pívot de los Suns, Mark Williams, hacia el final del tercer cuarto, lo que resultó en la expulsión de ambos jugadores.
Alvarado, de 27 años, empujó a Williams mientras intentaba sortear un bloqueo puesto por el centro. Cuando Alvarado fue a quejarse a los árbitros tras un silbato, Williams, de 24 años, lo empujó de vuelta, iniciándose una confrontación.

En segundos, la altercación se volvió física, intercambiando varios golpes. Alvarado conectó uno en el rostro de Williams, quien mide 13 pulgadas (unos 33 cm) más que él. La pareja fue eventualmente separada por compañeros y oficiales, siendo expulsados del juego.
Antes de su expulsión, Williams había anotado 10 puntos y capturado ocho rebotes en 11 minutos desde la banca para los Suns. Por su parte, Alvarado registró siete puntos, tres asistencias y dos robos para New Orleans en 14 minutos.
La NBA probablemente impondrá multas y suspensiones para ambos jugadores en los próximos días. El reglamento establece que “se puede imponer una multa que no exceda los $50,000 y/o suspensión a dicha(s) persona(s) por el Comisionado a su sola discreción”, como resultado de peleas durante los partidos.
El entrenador en jefe de los Suns, Jordan Ott, afirmó que no vio la pelea, sugiriendo que estos incidentes son más comunes en la segunda noche de un back-to-back contra el mismo equipo.
“No lo vi. Quiero decir, vi cómo empezó, y de repente todos se abalanzaron, así que no he vuelto a revisarlo”, declaró Ott a los reporteros después del juego. “Obviamente, eso es lo que pasa. Simplemente se siente como falta de sueño. La segunda noche de un back-to-back siempre tiende a pasar algo”.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**



