Fernando Alonso es alguien paciente, eso es innegable. El veterano piloto español no ha conseguido ni una sola victoria en un gran premio en sus últimas 225 participaciones. Su segundo y, hasta la fecha, último título mundial de Fórmula 1 fue hace casi dos décadas.
Y, sin embargo, sigue aquí. No sólo sigue aquí, sino que sigue rindiendo a un altísimo nivel, como uno de los mejores de la parrilla, a la edad de 44 años, sacando el máximo partido del Aston Martin AMR25. Ello, superando claramente a su compañero de equipo, Lance Stroll. De hecho, este año el dominio del asturiano sobre el canadiense ha sido aún más abrumador.

Alonso superó a Stroll en las 24 sesiones de clasificación para las carreras del domingo. E incluso contando las ‘qualy’ sprint, el bicampeón del mundo lleva una racha de 28 victorias consecutivas sobre su compañero de garaje, que sólo se impuso en Shanghái, por 73 milésimas. En toda la temporada, la diferencia media ha sido de 0,367 segundos a favor del español.
Alonso no puntuó en las ocho primeras citas de 2025, en las que normalmente no llegaba a la Q3, aunque se clasificó quinto en Imola, donde su estrategia se vio obstaculizada por una intervención del Virtual Safety Car.
Fernando Alonso, Aston Martin Racing, Carlos Sainz, Williams
Fotos: Lars Baron / Motorsport Images vía Getty Images
Había un claro pesimismo en esos primeros compases de la temporada, con Alonso frustrado por acabar 13º en la clasificación en una pista como Yeda, en la que “siempre había sido súper rápido”. La escudería de Silverstone era, con diferencia, el equipo que menos rendimiento había obtenido en 2025 con su monoplaza; su principal debilidad eran las curvas lentas.
Pero el rendimiento de Alonso en Imola no fue una casualidad, ya que fue allí donde Aston Martin llevó un paquete de actualizaciones que lo convirtió en un consistente aspirante a la Q3, al menos en manos del ovetense. Pero Alonso se quejaba ahora de una falta de velocidad punta que le obligaba a “inventar” adelantamientos en lugares inusuales.
Tras una racha de cuatro carreras puntuando, Alonso no pudo terminar más que noveno en Silverstone, donde Nico Hulkenberg consiguió su primer podio, después de que sus dos paradas en boxes resultaran fallidas.
Algunas actualizaciones no resultaron competitivas, y un horrible fin de semana en Spa-Francorchamps siguió con ambos Aston en la última fila de la parrilla, antes de que se dispararan al quinto y sexto lugar el siguiente fin de semana en Hungría. Pero el equipo no era más sabio, ya que no entendían muy bien, como de costumbre, cómo se produjo el cambio.
“Lo bueno es que fuimos competitivos y rápidos. Lo preocupante es que no sabemos por qué“, dijo Alonso tras terminar la carrera en quinta posición, que resultó ser su mejor resultado de la temporada. Pero se mostró amargado por esas actualizaciones infructuosas: “Esto es la Fórmula 1, no una academia para probar cosas. Aquí tienes que cumplir“.
Fernando Alonso, Aston Martin Racing
Foto: Zak Mauger / LAT Images vía Getty Images
Para Austin, donde alcanzó la Q3 en ambas sesiones de clasificación y sumó un punto, Alonso volvió a afirmar que el Aston Martin era el noveno coche. En resumen, el español ha estado a veces malhumorado. Su infortunio en Imola le llevó a decir, “es lo que nos merecemos”. Le espetó a su ingeniero tras un percance de estrategia en Zandvoort: “Te olvidaste de mí en la primera mitad de la carrera, a lo mejor te acuerdas de que estoy aquí en la segunda mitad”; y pidió al equipo que “descansara para 2026” ya en octubre.
Su estado de ánimo quedó ejemplificado en sus comentarios de final de temporada, en los que afirmaba que iba a celebrar los dos últimos grandes premios, “porque ya no volveremos a pilotar este coche”. Así pues, Alonso piensa, desde hace tiempo, en 2026. Terminó décimo en el campeonato de 2025, con 56 puntos en su haber, un gran resultado teniendo en cuenta los grandes problemas de su equipo, aunque también fue su peor resultado desde que regresó a la F1 con Alpine en 2021. No está aquí para eso, lo ha dejado bien claro.
La nueva era técnica de la F1 a partir del próximo curso es la última oportunidad de Alonso para alcanzar la gloria, y ¿quién mejor para liderar la potencial candidatura de Aston al título que Adrian Newey? El legendario ingeniero, que ha contribuido a 26 títulos mundiales entre los campeonatos de pilotos y constructores, se unió al equipo hace nueve meses, y ahora ha asumido el papel de director del equipo.
Teniendo en cuenta lo mucho que Lawrence Stroll ha invertido en la escudería con sede en Silverstone, incluyendo un campus de última generación, tiene todo lo que necesita para triunfar. El tiempo dirá si finalmente Alonso ve recompensada su paciencia.
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